James: mucha clase y pocas ganas
Los jugadores van y vienen, pero algunos se quedan para siempre en nuestros corazones. James Rodríguez tenía las cualidades técnicas para enamorar a la afición blanca durante la próxima década, pero él ha decidido renunciar a esa oportunidad de entrar en el Olimpo blanco.
El colombiano se dio a conocer en el Mundial de Brasil 2014, su golazo ante Uruguay todavía nos sorprende cuando lo vemos; una actuación sublime en la Copa del Mundo que hizo que Florentino Pérez apostara por él en detrimento del ‘Fideo’ Di María, y desembolsara 75 millones de euros por hacerse con sus servicios.
Sus hazañas mundialistas y sus primeros meses en Concha Espina hacían pensar que el Real Madrid tenía entre sus manos un diamante en bruto; sin embargo, el tiempo y Zinedine Zidane nos han hecho ver que esos primeros destellos de calidad nos cegaron.
El cambio de sistema y la titularidad de Casemiro perjudicaron al volante, que en lugar de pelear por volver a ser un habitual de los 11 elegidos, prefirió darse por vencido. Los titulares deportivos pasaron a ser noticias relacionadas con huidas de la Policía y noches de diversión por Madrid. La estrella de James se iba apagando.
La desidia profesional y la dejadez personal cansaron a un paciente Zinedine Zidane, que no sabía cómo reconducir al futbolista. Los últimos meses de James en el Real Madrid, han sido días de divorcio entre jugador y club.
El verano llegó y equipos italianos e ingleses llamaban a la puerta del cafetero. Finalmente la Bundesliga alemana será su destino. El media punta pone rumbo a Múnich. Tras tres temporadas en Madrid, el colombiano no ha tenido paciencia y ha preferido cambiar de aires. Busca cobijo junto a Carlo Ancelotti, pensando que el italiano volverá a sacar su mejor juego, como ya hizo en su primera temporada de blanco (2014-2015).
James ha tomado la vía fácil, dejar el Real Madrid, en lugar de ganarse un puesto en el club más grande que hay. Una ruta que otros ya tomaron en el pasado. Jugadores como Ozíl y Di María, al igual que el colombiano no se sintieron valorados y decidieron marcharse. James seguramente tendrá una decente trayectoria en el fútbol europeo, pero al igual que ellos, será una carrera que siempre tendrá un asterisco: no triunfó en el Real Madrid.
James no ha triunfado porque no ha querido. Calidad y clase le sobran, pero le han faltado paciencia, ganas y determinación. Otros jugadores como Marco Asensio, Isco, Lucas Vázquez, Nacho o Casemiro, con la misma o menor calidad que el volante, si han entendido la responsabilidad que significa defender el escudo que llevan en sus camisetas; y a través de su decisión, arrojo y valor se han ganado su hueco en el equipo blanco y son los elegidos a liderar el Real Madrid la próxima década.
James no se ha dado cuenta que el tren del Real Madrid sólo pasa una vez en la vida, y erróneamente ha decidido bajarse antes de tiempo.