Nada es verdad, todo está permitido
Y con las sabias palabras de Ezio Auditore titulo esta humilde columna, aunque lejos de su filosofía original, vamos a tomarlas como literales. Sobre todo viendo lo que sucedió ayer ante el Mallorca, cuando un jugador bermellón se atrevió a decir que no eran los malos de la historia, después de ser uno de los equipos más antideportivos que he visto en los últimos meses. Además, también y por supuesto, otro de ellos decidió pasar a los anales de siempre como un auténtico fracasado, moral y deportivo, si es que no lo era ya antes. Menos mal que los verdaderos caballeros, los que saben de códigos y siempre lo han demostrado, como son Jagoba Arrasate y Carlo Ancelotti, sentaron cátedra en rueda de prensa.
No así los que actuaron de visitantes, con energúmenos tildando a los jugadores del Real Madrid de adjetivos que no pienso reproducir aquí, ya no por ser mentira, sino porque no está permitido. Lo bueno de vivir en pleno 2025 es que la era de la tecnología no perdona, ya ni me quiero remontar a la historia futura. Las cámaras, los teléfonos moviles... todo hace retratar a los de siempre, a los que buscan pasar a la historia como alguien recordable, pero solo se le recordará como un fracasado en todos los sentidos. Y es que el significado del "fracaso", tan relativo y moldeable a nuestro gusto, siempre será la mejor definición de lo que ha sido tu vida deportiva, Maffeo.
Por último, como no, quiero pararme en la decisión de Pedro Sánchez de darle la cautelar al FC Barcelona con respecto a la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor. Lejos de echarle la culpa a los jugadores, ellos son solo víctimas de un sistema corrupto y podrido desde abajo hasta arriba... uno se da cuenta de la politización extrema en la parte más deleznable de la misma. Porque el deporte en sí mismo tiene componentes políticos, dentro del fútbol o en otras disciplinas, pero no así, no de esta forma. El club culé se ha beneficiado de todos los regímenes de la historia de España, ya fuese con Francisco Franco o con el PSOE, total... el malo parece que siempre será el Real Madrid, aunque nos salve a todos de la extinción emocional.