CRÓNICA | El submarino hunde al Real Madrid
El Real Madrid cae derrotado por 2-1 en el Estadio de La Cerámica frente al Villarreal. Los locales se adelantaron al inicio de la segunda mitad por medio de Yeremi Pino, Benzema empató en el 57' desde el punto de penalti y Gerard Moreno anotó el definitivo tanto del encuentro también desde los once metros. Los errores defensivos de los blancos marcaron un encuentro que puede privar a los madrileños del coliderato que comparte momentáneamente con el Barcelona.
En La Cerámica, Carlo Ancelotti apostó por su habitual once de gala, a excepción del lesionado Dani Carvajal, cuya ausencia la cubrió un Antonio Rüdiger que desplazó a Eder Militao al lateral derecho. El técnico italiano dejó a Lucas Vázquez en el banquillo y eligió al defensor brasileño para blindarse ante el potencial ofensivo de los extremos del Villarreal que comenzó como una exhalación, presionando muy arriba y forzando varios errores en el Real Madrid. Unas imprecisiones que pudieron costar muy caras, con un Coquelin que estrelló un balón en el poste tras una recuperación en tres cuartos de campo, un centro desde la izquierda y un gran remate de tacón que a punto estuvo de colarse en la portería madridista.
Poco a poco, el equipo merengue fue encontrado a Kroos y a Modric y comenzó a controlar algo más el balón. Precisamente, la primera gran ocasión de los blancos nació de las botas del croata, que se inventó un pase magistral a Vinicius con el exterior, con caño incluido; pero el centro del brasileño lo despejó Albiol en el área pequeña. Y poco después, Benzema también estrelló un disparo, en buena posición, en la zaga amarilla. Aunque la acción más peligrosa de los madrileños la tuvo Militao que tras un pase magnífico de Karim se quedó solo en el mano a mano con Pepe Reina; sin embargo, el carioca se durmió y le dio tiempo a Yeremi Pino a replegar y tocar la pelota justo en el último momento.
No obstante, el Villarreal no se achicó y siguió buscando la portería de un Thibaut Courtois que tuvo que emplearse a fondo para evitar un mano a mano en el área pequeña con Yeremi Pino. Acción milagrosa del belga, saliendo rápidamente a tapar. En el tramo final del primer tiempo, el partido se convirtió en un auténtico correcalles. El submarino amarillo empezó a bombardear la meta merengue con disparos lejanos -Baena estuvo a punto de marcar un golazo desde la frontal- y el Real Madrid buscó el contragolpe con dos ocasiones muy claras: un dos para uno que frustró Albiol de forma providencial y un jugadón entre Valverde, Benzema al primer toque y Vinicius, cuyo remate lo taponó Reina a bocajarro con una extraordinaria parada con el pie. Pese al bonito intercambio de golpes, el duelo llegó al descanso sin goles. Goles que sí llegarían en la segunda mitad, ¡3 en 17 minutos!
A los dos minutos de la segunda mitad, la zaga merengue repitió sus errores en la salida de presión y el Villarreal esta vez no falló. Mal pase de Mendy en campo propio, y recuperación y ataque rápido de los amarillos culminado por Yeremi Pino. Diez minutos después, un buen pase bombeado de Tchouaméni tocó en la mano de Foyth durante su forcejeo con Vinicius, el VAR avisó al colegiado, que en directo no lo había visto, y Karim Benzema terminó empatando de penalti. Y solo cinco minutos después, misma acción en el área merengue. Dudosa mano de Alaba, que se había resbalado, y pena máxima resuelta por Gerard Moreno para adelantar nuevamente a los locales.
Tras verse de nuevo por detrás en el marcador, Ancelotti movió el banquillo dando entrada a Rodrygo, Lucas Vázquez y Camavinga por Mendy, Tchouaméni y Modric. Fue entonces cuando el Real Madrid se adueñó del balón y se volcó sobre la meta local. Primero Kroos la tuvo con un libre directo que rozó el larguero y después Rodrygo perdonó con todo a favor tras un gran centro de Fede Valverde desde la derecha. Mientras, el Villarreal lo intentaba al contragolpe y, de hecho, tuvo una ocasión clarísima: Pedraza fue esquivando defensores desde su campo y la jugada terminó en un 3 para 1 en el área visitante, pero el cordobés pecó de individualista y desaprovechó la oportunidad. Un contrataque que, por cierto, comenzó tras una clara agresión en el área del conjunto amarillo de Parejo a Rüdiger a la salida de un córner.
El partido se iba consumiendo y Ancelotti decidió quemar todas sus naves dando entrada a Asensio por Valverde. Sin embargo, la defensa del Villarreal no cedió ni un palmo de terreno y el Real Madrid, pese a la insistencia de sus jugadores, no pudo evitar la derrota. Se rompe la racha de los cinco empates consecutivos en La Cerámica, pero con una victoria favorable al submarino amarillo que entra momentáneamente en los puestos europeos. Por su parte, los madridistas podría perder el coliderato si el Barcelona logra rascar mañana algún punto contra el Atlético. Varapalo para el club blanco cuya próxima cita será el miércoles ante el Valencia (20:00 h.) en las semifinales de la Supercopa de España que se celebrará en Arabia Saudí.