Opinión

Un Vinicius pasota, un Mbappé fallón y un Ancelotti que no se entera

Un Vinicius pasota, un Mbappé fallón y un Ancelotti que no se enteraBernabeudigital.com
Carlo Ancelotti, Real Madrid
© foto de Federico Titone/BernabeuDigital.com
jueves 10 abril 2025, 10:02Opinión
de Javier Rubiano
La opinión de Javier Rubiano, redactor de Bernabéu Digital

Lo del martes en Londres fue una absoluta vergüenza. No hay otras palabras para definirlo. El Real Madrid tocó fondo, y eso que ya venía avisado tras las derrotas contra el AC Milan, el Liverpool, los dos bochornos frente al FC Barcelona y la recibida tres días antes ante el Valencia. Pues aún con todo eso, los de Carlo Ancelotti -que tela también lo del italiano- se superaron en su visita al Arsenal.

Por partes. El entrenador insistió por enésima vez en juntar a Rodrygo, Vinicius, Bellingham y Mbappé; y claro, volvió a salir mal en una noche grande. Como lo de poner a Alaba de lateral, en otra decisión inentendible de Ancelotti. El austriaco completó un partido lamentable y, pese a que sacó bajo palos un gol cantado de Mikel Merino, provocó una falta muy evitable que derivó en el 1-0 de Rice. Pero volviendo a Carletto, su gran reacción desde el banquillo fue sacar a Lucas Vázquez primero, y a Fran García después. Y ya, muy al final, recordó que en el fútbol también puedes meter atacantes de vez en cuando, y dio entrada a Brahim. Ni Endrick ni Güler se vistieron de corto, para variar.

Entrando a valorar nombres propios, de Alaba ya está todo dicho. Lo de Rodrygo fue un día más en la oficina, ni estuvo ni se le esperó. Mbappé sí que lo intentó, pero no dio una; a Bellingham se le vio voluntarioso, pero quemado por el planteamiento de AncelottiCamavinga daba una de cal y otra de arena... Y Vinicius. Ay, Vinicius. Su actuación fue indigna de un jugador del Real Madrid, y no lo digo porque no hiciese nada bien -que también-, sino por su actitud. Estuvo pasota, especialmente durante la segunda parte. El balón pasaba a su lado y no hacía ni el amago de presionar. Ni un desmarque. Nada. 

Metes todo eso en una coctelera y te sale el paupérrimo partido que se marcó el Real Madrid en la que es su competición fetiche. Arrastrar el escudo de la manera en la que se hizo no debería quedar sin castigo. Pero viendo la inoperancia que parece reinar últimamente en el club, quién sabe...