Hablando de ser objetivos

Dentro de que la objetividad no existe, y solo algunos mortales han sido capaces de llegar a rozarla, vamos a intentarlo por una vez. Aunque la vida sea excesivamente aburrida y predecible con ella, e incluso el libre albedrío del ser humano se rompa en ese preciso instante, tocará hacerlo. A petición de un gran amigo, que echaba de menos leerme como antes, vamos a hablar de nuestro querido Real Madrid, el que se equivocó en verano con el fichaje de Kylian Mbappé y nadie que añoraba tanto su incorporación atreve a aceptar que meter sin sentido alguno a otro extremo izquierdo -teniendo ya dos- en la plantilla. Porque así somos, los coleccionistas de cromos favoritos, los que repetimos errores de primeras etapas y se sigue ganando... hasta que llega el momento de tirar todo por la borda.
Vamos a volver al verano pasado, y no por Kylian, sino por la marcha de Toni Kroos. Uno de los jugadores más inteligentes que ha vestido la camiseta blanca durante toda su historia decidió retirarse tras realizar la mejor temporada de su carrera, y ninguna decisión del club tras esto fue buena o cercana a serlo. Confiando en "los que hay", con la necesidad de un entrenador "intervencionista" o que crea en los jóvenes e imponga un modelo de entrenamiento basado en la lucha continua y entendiendo qué camiseta vistes, todo lo que vino después fue un desastre. Hay dos jugadores en concreto que no pueden tener peor lenguaje gestual sobre el campo, y casualmente son los que más se parten por el Real Madrid en el césped. No es casualidad, no existen, y menos aquí.
Todas las bajas históricas causan mucho daño, tanto por lo que significaban como por su aportación en el campo. Y no es casualidad, una vez más, que el entrenador no haya sabido cambiar cosas. Nunca ha sido capaz, quizá porque no se le da bien, o porque no es su "campo". Vivir de estrellas, de "salir a jugar", es una cosa, así como tener éxito en ello, pero no siempre se puede aplicar la misma filosofía. Por eso mismo nunca serás el mejor, Carlo.
Volviendo al tema Mbappé, el lema "viva la fiesta" se ha instaurado este año en el Real Madrid. No es un '9', ni quiere ni tampoco pretende serlo. De hecho, sin ser yo fan del francés le echo culpa alguna de que no sepa jugar de espaldas y tenga que encarar a tres tras girarse. No es fallo suyo, pero entonces... ¿qué hace aquí? Además de engordar una lista de cromos que se ve que no casa, porque no tiene relación futbolística alguna con Vinicius Jr, que lleva demostrando dos años que es mejor extremo que el francés. Y, repito, no hay que echarlo a los leones, no es algo que él deba cambiar. De hecho, ni siquiera puede.
Lo que está claro es que hay que hacer algo, y pese a que tenga mi opinión, seguramente me la reservaré porque soy un simple aficionado que ve los partidos desde el sofá -y a veces desde el Santiago Bernabéu-, así que no valdrá nada. Florentino, despierta, es algo que te pedimos todos los madridistas. Ni siquiera por nosotros, o por los jugadores, sino por el escudo, por la historia y la memoria.

Todos los derechos reservados - P.I. IT01488100510
o no enlazar con Real Madrid Club de Fútbol