Mejor con Arteta que contra Luis Enrique: el desastre estaba asegurado

Anoche no me dolieron los goles del Arsenal. No por mi simpatía por el club gunner, sino porque me esperaba algo parecido contra el Real Madrid. Era algo que rondaba la mente de muchos aficionados y de la gran mayoría de periodistas. Algunos creían en un posible milagro en el Emirates, pero no solo no lo hubo sino que se tocó fondo... por el momento. El sótano, sin embargo, siempre puede tener una planta más, por lo que no es descartable que lo peor esté por llegar.

MEJOR AHORA

Llevaba muchos meses esperando un golpe tan fuerte como el de anoche. Sinceramente, prefiero que sea contra el Arsenal que contra el Paris Saint-Germain de Luis Enrique. No, los de Arteta no van a ganar la Champions, de ahí que la potencial semifinal ante los franceses me diese mucho más miedo que el cruce de cuartos de final. Con las ganas que nos tienen en el PSG, el 3-0 se quedaría realmente corto contra el Real Madrid. Más aún teniendo en cuenta que, en mi opinión, es el gran favorito para alzar la Orejona a finales de mayo en Múnich.

No quiero ni escuchar la palabra remontada. Se acabó, espero que no se remonte porque de lo contrario no van cambiar las cosas tal y como se necesitan desde hace unas cuantas temporadas. Algunos jugadores no merecen seguir vistiendo la camiseta y otros deben tener claras cuáles son sus preferencias dentro del Real Madrid. El que tenga dudas, que se largue de una santa vez.

En definitiva, el desastre iba a llegar tarde o temprano. Mejor ayer que mañana, así la directiva se reactiva y Florentino Pérez mueve los hilos necesarios para evitar la siguiente caída.