Orgullo de clu y de afición
Piel de gallina al volver a recordar cómo el Santiago Bernabéu, que no se esperaba el homenaje a Jesús Navas, se sumó al bonito gesto que tuvo el equipo con una ovación atronadora para despedir al capitán del Sevilla y a una auténtica leyenda del fútbol español. El campeón del mundo en 2010 con España, uno de los pocos supervivientes de aquel grupo que hizo vibrar al país entero con su victoria en Sudáfrica, dijo adiós al fútbol profesional este domingo y recibió el cariño de todo el madridismo, que supo agradecerle una carrera seria y discreta a la par que brillante.
"Es el ejemplo de que no hace falta pisar a nadie para llegar a lo más alto", señalaba anoche su padre en la Cadena SER. ¡Y qué verdad es! Navas ha sido un ejemplo de deportividad, de buen comportamiento dentro y fuera del campo, y de que, sin hacer mucho ruido, se puede tocar el cielo. Un extremo de los de antes, de los de correr por su banda natural y nutrir a los delanteros de centros, que se reconvirtió en lateral. Leyenda del Sevilla y de España a la que el Santiago Bernabéu, que de esto sabe mucho, como cuando aplaudió a Pirlo o Ronaldinho, supo demostrarle el sentir de todo el país.
Mientras los jugadores del Real Madrid le hacían un pasillo y le obsequiaban con una camiseta firmada por toda la plantilla, el estadio madridista se puso en pie para aplaudir y corear su nombre, algo que después repitió cuando Navas entró al campo en la segunda parte y cuando terminó el partido. Fue inolvidable e increíble. "Ha sido muy grande, impresionante" reconocía el propio futbolista al acabar el encuentro. Da igual el color, el escudo... Si el rival lo merece, el aplauso en Chamartín está asegurado. Orgullo de club y de afición, que anoche se comportó como lo que es, un equipo señor que sabe reconocer y agradecer lo que tiene delante.