El Real Madrid vuelve a retratar a sus críticos una vez más
Si el Real Madrid es el club más exigente del mundo es porque nadie ha ganado tanto como ellos. El conjunto merengue es el que más Champions League tiene con diferencia sobre el resto. De hecho, dobla al segundo que más tiene, el AC Milan (7). Por otro lado, tiene más ligas españoles que nadie. Aún aventaja en bastantes al FC Barcelona, club que no goza ni por asomo del prestigio europeo de los blancos.
OTRO ÉXITO MUNDIAL
Pese al haber levantado solo la Copa del Rey de la temporada pasada y haber despertado las críticas de todos los antimadridistas, el club ha vuelto a hacer historia. Esta vez, el Real Madrid ha protagonizado otro éxito internacional al haber sido nominado en varias categorías de los Globe Soccer Awards.
Entre otras categorías, Florentino Pérez está nominado a la de mejor presidente del mundo. Es algo totalmente entendible debido a la construcción del mejor estado del planeta además de unas finanzas dignas de elogio y de muchas envidias. Por otro lado están también Carlo Ancelotti y Thibaut Courtois. Como no podía ser de otra forma, el italiano es uno de los candidatos para hacerse con el premio a mejor entrenador del año. El belga, por su parte, podría levantar el premio a mejor portero de 2023.
Los que tampoco podían faltar son las grandes estrellas del Real Madrid. Tanto Vinicius como Jude Bellingham están entre los nominados para ser elegido el jugador favorito de los aficionados. De ganar el inglés, sumaría su tercer galardón personal en las últimas semanas después del Trofeo Kopa y del Golden Boy.
En cualquier caso, se vuelve a demostrar una vez más que el Real Madrid es el club más grande del mundo. Quizá no haya ganado títulos de primer nivel, (de ahí que no esté entre los mejores de 2023), pero todos sus integrantes pelean cada año por estar entre los mejores del mundo. Da igual que sea el presidente, entrenador, portero o mejor jugador, el club madridista siempre marca tendencia allá por dónde va. Otros, sin embargo, se limitan a mirar desde lejos mientras su deuda aumenta considerablemente.