El camino de la excelencia
Poco se puede decir más de Toni Kroos que no se haya dicho ya. El alemán ha demostrado lo que muy pocos han sido capaces en el Real Madrid. Puso su primera piedra en la final de la Supercopa de Europa de 2014 en la que los de Carlo Ancelotti se enfrentaron al Sevilla. Ese día todos comprendimos lo que tenía el club en sus manos.
Iban pasando los meses en esa primera temporada, y su importancia no hacía más que aumentar. Aún recuerdo cuando tuvo una fea caída en un Real Madrid - Valencia antes de la vuelta de semifinales contra la Juventus de Turín. Todos nos temimos lo peor, pero finalmente llegó a tiempo aunque jugó muy mermado por molestias físicas. El sueño de la Undécima nos lo arrebataba Morata con un 1-1 en la segunda parte. Después de ese gol, llegó la CMK.
UNA EXCELENCIA INIGUALABLE
2016, 2017 y 2018 sentaron las bases de un camino inimaginable para Toni Kroos. Ayer, viendo En el Corazón de la Decimocuarta, me di cuenta de una frase que ha pasado muy desapercibida: "Soy más brasileño que español", le comentaba a Vinicius y a Militao. No sé si está en lo cierto, de lo que estoy seguro es que es un alemán de carácter latino. Lo ha demostrado en esta última temporada con el Real Madrid, sobre todo ante las comprometidas decisiones de los árbitros que tantos disgustos siguen costando a los madridistas.
Quizá nos dejaba esas pequeñas señales para demostrarnos que se iba a ir. Nunca lo sabremos, pero su legado será eterno. Hoy se despide ante su gente en el Santiago Bernabéu. Él solito provocó que más de 100.000 madridistas intentasen comprar una entrada para el partido con todo decidido en LaLiga. No se había visto nada igual.
El camino de la excelencia que tanto él como Modric han sembrado en el Bernabéu intentará ser imitado por otros jugadores y por otras nuevas caras a partir de la próxima temporada. Eso sí, jamás comparéis a ciertos futbolistas con Kroos. Siempre saldrán perdiendo.