Un derbi que deja dos señalados y alguna buena noticia

El derbi de anoche dejó dos grandes señalados: el primero, Carlo Ancelotti, que sigue sin ganar un partido grande esta temporada y que volvió a mover demasiado tarde el banquillo. Para cuando lo quiso hacer, Simeone ya le había ganado la tostada de nuevo. Tanto, que no hubo arreón final por parte del Real Madrid. Y el segundo, un Lucas Vázquez que volvió a demostrar ser una calamidad tanto en ataque como especialmente en defensa. De hecho, nada más empezar el partido regaló el balón a Samu Lino, que por suerte se equivocó en el pase final a Griezmann.

Tampoco estuvieron bien Tchouaméni, que cometió un riguroso -pero estúpido- penalti sobre Lino; y Fran García, que fue un coladero por su banda en la segunda parte.

Pero no todo fueron malas noticias en el Real Madrid. Regresó Camavinga después de tres semanas de lesión, Raúl Asencio se consagró como un central de muchos millones de euros, Dani Ceballos sigue inconmensurable, Mbappé volvió a marcar... Y Rodrygo, que lleva mes y medio jugando a un nivel superlativo con el borrón del partido frente al Espanyol. El '11' se sacó de la manga una gran jugada que terminó en el 1-1 y carga de razones a Ancelotti para insistir en ese 4-3-3, por más que el equipo quede descompensado en muchos momentos. Ayer, por ejemplo, la primera mitad de todo el equipo fue tétrica.

Mucho que mejorar y mucho que seguir trabajando si el Real Madrid quiere levantar alguno de los tres grandes títulos a final de temporada. Lástima que Ancelotti sea un entrenador que no aprende de sus errores.