Mijatovic: "Cambiaría el gol de la 'Séptima' por escuchar hablar a mi hijo. El delantero perfecto sería..."
Pedja Mijatovic, exjuagador del Real Madrid, logró el gol de la victoria en la última final de la Champions entre los dos equipos que se verán hoy las caras en otra nueva final, Real Madrid y Juventus. El montenegrino concedió una entrevista a 'El Mundo' en la que se desnuda emocionalmente al confesar que hubiese cambiado el gol que dio la Séptima al Madrid por haber escuchado hablar a su hijo, paralítico cerebral y fallecido.
Estas fueron las palabras de Pedja:
¿A qué se habría dedicado de no ser futbolista?: "Seguramente habría sido médico. Mi madre siempre deseó que su único hijo varón fuese doctor".
¿Por qué no reconoce que aquel gol de la Séptima fue en fuera de juego?: "Porque no lo fue. En aquella jugada que yo he visto mil veces (tú seguramente que no) ningún jugador de la Juve protesta".
Fabrique un delantero. La potencia, el regate, el remate y el corte de pelo de quién...: "Guau. La potencia de Cristiano. El regate de Messi. El remate de Davor Suker, que era tremendo. Y el corte de pelo de Mijatovic... Esta gomina que estás viendo".
¿Van a acabar siendo expulsados los futbolistas que no se tatúen?: "Entre otras cosas que valoro de Cristiano es que no lleve tatuajes. Eso me gusta. Yo no sé si soy la persona adecuada para hablar de esto, porque tengo uno. Pero estoy flipando con esta moda de convertir a los jugadores en cuadros. Cuando sean viejos y se vean después de ducharse...".
¿Cambiaría aquel gol por algo?: "Por la salud de mi hijo que murió hace ocho años. Y no sólo por su vida. Cambiaría todo lo que he conseguido por haberle escuchado decir algo. Porque él, Andrea, era paralítico cerebral, no hablaba, no caminaba, no se comunicaba... Lo habría dado todo por escuchar un «hola, cómo estás». No pudo ser".
¿Es tan grande el vacío de después?: "Depende cómo seas. Yo en los años más bonitos de mi carrera viví la enfermedad de mi hijo. En esos momentos en los que crees que incluso puedes volar, cuando te sentías poderoso y notabas el calor de toda la gente, mi hijo siempre tenía crisis. Muchos días y noches en el hospital. Eso ha sido un contrapeso mío. Yo me decía: «No eres nadie, ya ves que no eres nadie, no puedes hacer nada para que tu hijo mejore». Te preguntas: «¿Quién eres?». Y la respuesta es nadie. Mi hijo ha tenido una misión en mi vida. La de salvar a su padre. Piensas que eres Dios y en realidad no eres nadie".