Por encima del Real Madrid...
El Real Madrid es guapo, rico y de buena familia. Ser nombrado el mejor club de la historia del fútbol, el más laureado y en el que todo futbolista sueña jugar te da un estatus que te hace levitar por encima del bien y del mal. Ya lo decía Mourinho, "ganar está bien, pero ganar en el Real Madrid es lo máximo". Con esa intención llegó a la capital de España el técnico luso, lástima que durante tres veces seguidas la suerte le diera la espalda en las semifinales de la Champions League.
El club blanco siempre ha estado repleto de egos e intereses personales, aunque el manual del buen madridista diga que el escudo es lo primero. En la actualidad también se vive esta situación y se critica a Casillas -con razón- cuando da la callada por respuesta y manda a sus mamporreros de turno a hacer de portavoces ante la opinión pública. El capitán de todo un Real Madrid no puede intentar poner en jaque a la entidad porque hayan pasado los años y se vea en el banquillo contando ovejitas. Quizás no se critica ni una décima parte a Cristiano Ronaldo cuando el luso -o su representante- filtra todas las negociaciones sobre su renovación al mismo periodista. Bueno, más que filtrar, utiliza a ese sector específico de la prensa con el objetivo de ganar unos millones de euros más y presionar a Florentino Pérez.
Al madridismo no le gustan estas cosas, más que nada porque antes de Casillas y Ronaldo estuvieron Miguel Ángel, Zamora, Di Stéfano o Puskas en este club. El mayor peligro para la sostenibilidad blanca actual es que hay personas -periodistas todos ellos- que viven de su relaciones personales con Casillas o Cristiano Ronaldo, por ejemplo. Estos los utilizan a su antojo, mientras que los primeros se llenan los bolsillos acudiendo a la llamada de las tertulias de moda. El Madrid es un monstruo tan grande, que su mayor peligro es que un día se devore a sí mismo.
De estas situaciones se llega a que un conocido periodista le saque el currículum vitae a Adán para decirle que es una locura que no juegue Casillas. El fiel vasallo informa y saca pecho con su defensa a ultranza, tiene que pavonearse e informar al amo de lo necesarios que son sus servicios. En estas relaciones de retroalimentación solo pierde uno, el equipo.
Y es que por encima del Real Madrid no hay nadie, ni Casillas ni Ronaldo ni Florentino ni Mourinho ni Ancelotti, nadie. Mientras la plebe madridista continúa luchando por que se cumplan estos ideales, la élite continúa enzardada en su lucha de sables para no perder el terruño, porque ahora lo que verdaderamente importa son los casillistas, ronaldistas, florentinistas o mourinhistas. Quizás todos hayamos olvidado, que el único -ista que debería existir es el que lleva la palabra Madrid delante.
Por encima del Real Madrid solo está Dios -y no es seguro-.
Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. comments powered by Disqus