Goleada pírrica y exhibición de Vinicius para alejar fantasmas: la crónica
Después del último batacazo ante el AC Milan en Champions, que agravó considerablemente una crisis madridista iniciada tras la goleada encajada en el clásico, el Real Madrid volvía al Santiago Bernabéu para recibir a Osasuna en un compromiso clave para cortar la mala racha e intentar reconducir una situación muy complicada que había generado muchísimas críticas y que había puesto a la plantilla y a Carlo Ancelotti contra las cuerdas. Para ello, el conjunto blanco debía superar a un equipo rojillo que llegaba a Chamartín en un gran estado de forma, siendo quinto en la tabla y habiendo cosechado tres victorias, y sin encajar, de forma consecutiva (Chiclana en Copa, y Real Sociedad y Valladolid en Liga).
HOMENAJE A VALENCIA Y VUELTA AL 4-3-3
Una tarea complicada, para la cual, el entrenador italiano volvió al 4-3-3, aprovechando la lesión de Tchouaméni. Además, Carletto cambió a Modric por Rodrygo y a Mendy por Fran García. Junto al manchego y el brasileño jugaron Lunin, Lucas, Rüdiger, Militao, Camavinga, Valverde, Bellingham, Vinicius y Mbappé. Por su parte, con Vicente Moreno en la grada por sanción, Osasuna salió con toda su artillería: Herrera; Areso, Catena, Boyomo, Bretones; Torró, Moncayola; Rubén Peña, Aimar Oroz, Bryan Zaragoza; Budimir.
Con todo listo, antes de que rodara el balón, el Santiago Bernabéu rindió un nuevo homenaje a todos los fallecidos y afectados por la DANA que ha asolado, principalmente, Valencia. Como ante el Milan, el lateral oeste del estadio del Real Madrid desplegó una bandera enorme de la Comunidad Valenciana y todos los aficionados guardaron un bonito y sentido minuto de silencio.
Nuevo homenaje y emotivo minuto de silencio en el Santiago Bernabéu en memoria de los fallecidos por la DANA
— Bernabéu Digital (@BernabeuDgt) November 9, 2024
Todos somos Valencia pic.twitter.com/iIAN4zAUly
PRIMERA PARTE TRÁGICA
Posteriormente, con la pelota ya sobre el césped, el conjunto blanco no tardó en hacerse con el dominio del juego. La posesión era claramente madridista y el equipo trataba de hacer daño por las bandas, pero sin demasiado peligro, salvo un disparo lejano de Vinicius que despejó Sergio Herrera con una estirada sensacional. Osasuna no inquietaba apenas y el Real Madrid podía mover de lado a lado el balón con facilidad hasta que se acercaba al área rival, donde los rojillos habían levantado un auténtico muro, repeliendo cada acción; el dato de 9 córners a favor en los primeros 30 minutos habla por sí solo.
Una primera media hora trágica para los merengues. Primero, en el 18', Rodrygo tenía que salir del campo, aquejado de un problema muscular; Brahim fue quien entró en su lugar. Y en el 28', al intentar rematar un centro, la rodilla derecha de Militao se quedaba trabada en el verde, provocando una lesión que, a primera vista, parece bastante grave. El brasileño tuvo que salir en camilla y con signos claros de dolor; le sustituyó el canterano Raúl Asencio.
GOLAZOS DE VINICIUS Y BELLINGHAM
Tras ese desafortunado lance, el Real Madrid consiguió romper el muro rojillo. Corría el minuto 34 cuando Bellingham encontró habilitado a un Vinicius que no dudó en encarar a su par y fusilar a Sergio Herrera, tras un buen recorte dentro del área, para adelantar a un conjunto blanco que cinco minutos después veía como Lucas Vázquez también caía lesionado. El gallego decidió aguantar hasta el descanso y pudo ver en directo el chicharro de Bellingham, quien se sirvió de un pase precioso de 40-50 metros de Asencio. El inglés dejó botar el balón, vio adelantado al portero y de primeras hizo una vaselina bellísima para ampliar la ventaja en el 42'. Debut extraordinario para el canario, que fue felicitado por todos después de una asistencia impresionante.
EXHIBICIÓN DE VINI JR.
Antes de que empezara la segunda mitad, Ancelotti efectuó el cambio de Lucas por Modric, que desplazó a Valverde al lateral derecho. Problemas serios para Carletto en defensa; sin laterales diestros y con Rüdiger como único central, ya que no se cuenta con Vallejo y el partido de hoy es clara prueba de ello. Y comenzada ya la segunda parte, el Real Madrid puso otra vez en marcha su rodillo, con Mbappé y Vinicius percutiendo una y otra vez, sobre todo, por la banda izquierda. La suerte de gol iba a caer nuevamente del lado del brasileño. Con el francés negado de cara a portería, el carioca se encargó de firmar su cuarto hat-trick con el club blanco en el 61' y el 69'.
Vini Jr. se sirvió primero de una asistencia espectacular de Lunin, quien recogió un córner de Osasuna centrado a zona de peligro y puso a correr al delantero merengue para que este cerrase la jugada con una definición espectacular. Después, Brahim aprovechó un despiste de la defensa rojilla y robó el balón en área rival antes de ceder el gol al brasileño. Para evitar más disgustos en una tarde que estaba siendo trágica en lo que a lesiones se refiere, Ancelotti agotó los cambios en el 75' quitando a Vinicius y Bellingham por Endrick y Güler.
Finalmente, el partido terminó de forma tranquila. Pese a la entrada del turco y del ex de Palmeiras, el resultado no se movió y el equipo tampoco se acercó con demasiado peligro sobre el arco visitante. Así pues, con un contundente 4-0, los de Ancelotti disipan dudas y salen del bache, alejando los fantasmas que ya rondaban y perturbaban la mente los merengues. Momento ahora para las selecciones. El Real Madrid no volverá a jugar hasta el domingo 24 en Leganés.