Qué sería del mundo sin el Real Madrid
El Real Madrid ha vuelto a tener su cita particular con la historia para demostrar al mundo que está hecho de otra pasta, y que su mera existencia deja en evidencia a muchos organismos deportivos y políticos. Sin acudir a una gala del Balón de Oro completamente amañada y corrupta hasta decir basta, desde el club dan una lección de saber estar y de respeto hacia los suyos. Un respeto que, lastimosamente, se le ha faltado continuamente a nuestra querida institución. Porque, qué sería del mundo sin nosotros, sin el escudo redondo con muchas Copas de Europa, contra quién batallaría el mal creciente si no es contra nosotros. Qué haría la injusticia, la inmoralidad y la corrupción sin un brillante enemigo enfrente. Porque ya no hay esperanza, y solo el último bastión de la libertad y la luz se mantiene en pie ante un mundo lleno de infamia.
La segunda parte de este humilde escrito recae en la tragedia que viven los valencianos, andaluces y también castellano manchegos. Especialmente los primeros, que han perdido todo, desde vidas humanas hasta daños materiales incalculables. Ya que lo emocional no puede ni entrar en la ecuación debido al valor sentimental que posee, el Real Madrid ya ha ayudado aportando su granito de arena, como siempre lo hace en cada tragedia. Sin buscar aplausos, solo un efecto llamada para el resto del mundo, nuestro maravilloso club vuelve, otra vez, a demostrar que su solidaridad y generosidad no tiene límite. Aquel partido en la antigua Atotxa gracias a Juanito, la visita a Lorca tras el terremoto... y un largo etc que demuestra aquello de lo que otros presumen sin tener ni siquiera un misero ejemplo, y todo sin buscar reconocimiento. Siempre para el bien ajeno, como debe ser.
En cualquier caso, seguimos siendo nosotros, un día más, quienes damos la cara en los peores momentos. Así es el Real Madrid, los que nunca dejan a nadie atrás, pase lo que pase, y no podemos estar más orgullosos de ello.