La tríada de Bellingham, Valverde y Vinicius es más brillante que nunca
Cristiano Ronaldo ha sido el único jugador que me hacía querer seguir junto a él, aunque ahora hay otros que también lo hacen, por mucha dificultad que ello conlleve. Han venido tres al mismo tiempo, quizá por carácter, y no por calidad, aunque les sobre. Porque la vida es eso, la eterna necesidad de ser mejor y luchar por ello, aunque a veces no nos apetezca. Las fuerzas de Jude Bellingham, Federico Valverde y Vinicius Jr son la más pura representación de lo que está bien en el mundo, y también la viva imagen de don Alfredo Di Stéfano y la forma más humana del escudo del Real Madrid. Al igual que lo fue Casemiro, que lo ha sido Zidane como entrenador, y que el propio Toni Kroos adoptó en estos últimos años, hay personas especiales.
No sé si son elegidos, si me tira más el gusto personal que cualquier otro aspecto, pero así los entiendo yo. La lucha y el entendimiento perfecto de lo que significa seguir luchando una y otra vez representa lo que el Real Madrid es cada día de la vida. Los aficionados estamos para eso, para levantarlos si se caen, y servirles como el escudo más robusto posibles. Pero va más allá, directamente no les quiero ver caer, por tristeza al verles así, pero sobre todo por la conexión emocional más complicada de entender sin haber conocido personalmente a alguien.
El fallo de Fede frente al Athletic Club y su tristeza posterior, la frustración de Vinicius cuando no salen las cosas, y los enfados de Bellingham si no tiene un buen día, todo ello duele más si lo sufren ellos. La mejor representación del aficionado, pero también la viva imagen de aquellos que no quieren rendirse, de aquellos que seguimos intentando vivir y luchar por hacer grande un Real Madrid que todos nosotros, también ellos, consideramos como aquella pequeña gran parte de nuestra existencia. No son solo nuestros jugadores, ni siquiera nuestros gladiadores blancos, son las personas que no dejan a nadie atrás ni lo harán nunca.