Por los héroes de la conquista de Múnich

Hace ya diez años que 11 guerreros vestidos de blanco conquistaron la ciudad bávara en un partido que quedará para la historia
27.04.2024 10:00 de  Ben Fernandes Santos   ver lecturas
Ancelotti y Guardiola
Bernabeudigital.com
Ancelotti y Guardiola
© foto de Federico Titone

29 abril de 2014, partido de vuelta de las semifinales de Champions League. El Real Madrid se desplaza al Allianz Arena, estadio donde nunca había ganado antes, para medirse al vigente campeón de la competición en aquel momento, el Bayern Múnich. Los de Carlo Ancelotti se habían llevado la ida por la mínima. El objetivo era claro: asegurar la clasificación para la final en Lisboa.

UNO DE LOS MEJORES BAYERN DE LA HISTORIA

Los bávaros tenían sin ningún tipo de duda una de las mejores plantillas del mundo: Neuer en la portería, Robben, Ribéry, Thomas Müller, unos tales David Alaba y Toni Kroos… sin olvidarse de su entrenador, rival histórico del Real Madrid: Pep Guardiola. Líderes incontestables de la Bundesliga desde el 19 de octubre de 2013, el Bayern ya tenía la liga prácticamente asegurada y estaban clasificados para la final de la DFB Pokal (Copa de Alemania). 

El técnico español podía entonces coronarse con un triplete histórico en su primera temporada con los alemanes y, a pesar de la derrota por 1-0 en el Santiago Bernabéu, todo estaba abierto. Sin embargo, los de Baviera se chocaron contra un equipo que llevaba persiguiendo el sueño de la 'Décima' desde aquella volea de Zinédine Zidane en Hampden Park.  

UNA HERIDA QUE CURAR

El madridismo tampoco se olvidó de aquella noche trágica de 2012. Cuando Cristiano Ronaldo vio su penalti ser atajado por Manuel Neuer o el de Sergio Ramos, el cual mandó su disparo a las nubes del Bernabéu. La imagen de José Mourinho, arrodillado, totalmente abatido por las circunstancias, representaba a cualquier aficionado del Real Madrid aquel día.

Pero cuando el Real Madrid cae, no solamente aprende, sino que vuelve más fuerte. La hora de la "venganza" había llegado. Lo que el Bayern Múnich le había quitado dos años antes, se lo iba a recuperar en su casa y eso sin haberles derrotado nunca en su jardín.

EL PARTIDO PERFECTO

Con una diana de ventaja, al Real Madrid le servía el empate o meter un solo tanto, ya que todavía existían esos famoso goles dobles cuando se jugaba fuera de casa. Sin embargo, los blancos salieron al encuentro como si fuesen perdiendo en el global.

Parecerá ironía, pero dos de los tres tiradores que fallaron su pena máxima dos años antes, iban a ser los héroes de la conquista de Múnich. Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo tenían una deuda hacia el madridismo, y la pagaron. Primero, el español: un doblete a balón parado, ambos de cabeza. El andaluz golpeó en dos ocasiones y en los primeros 20 minutos de partido, dejando ya al Bayern muerto.

Pero cuando el marcador ya mostraba un 0-2, el 'Bicho' dijo que no era suficiente, él también tenía que curar su herida. En el 34' de partido, en una contra estelar llevada por la BBC, el portugués no le hizo ningún favor al muro que tenía por delante. Con un 0-3 al descanso, el Real Madrid ya se veía en Lisboa. Pero, para culminar el espectáculo, ya en el tiempo reglamentario de la segunda parte, el Balón de Oro 2008 anotó aquella falta que se quedó en la memoria de todos. El '7' usó su sabiduría y su sangre fría para tener la oportunidad de levantar su segunda Champions en su país. Todos la vieron, esa falta, ese disparo raso que pasaba por debajo de unos jugadores bávaros impotentes y que dejaba a Manuel Neuer como a Mourinho en aquella noche de abril de 2012: anclado al césped, con la mirada pérdida en el horizonte.

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