Más del escándalo del FC Barcelona y los árbitros: "¿Lo decimos o nos hacemos los locos?"

Bernabeudigital.com

Salen a la luz nuevas informaciones que corresponden a la noticia de la semana, el Barçagate. El bombazo estalló el pasado miércoles cuando se destapó que el FC Barcelona había estado pagando durante casi dos décadas al que era el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, Enríquez Negreira. Un escándalo que ha provocado que todo el mundo haya puesto en tela de juicio el panorama futbolístico de los últimos años y la validez del mismo.

Sin embargo, desde el propio FC Barcelona se ha comentado que, efectivamente, los pagos existieron, pero siempre defendiendo la postura de que se hizo con el único y claro objetivo de realizar informes sobre el arbitraje para buscar la neutralidad en los partidos de su club.

NO EXISTÍA NINGÚN CONTRATO

Hasta donde se han conocido todos los hechos, parecía que dentro de las irregularidades todo se había enmarcado a través de un proceso legal con facturas y firma de contratos. Sin embargo, el diario El Mundo ha salido al paso con una nueva exclusiva en la que niegan esto último.

De esta manera, el propio periódico generalista confirma que Negreira, exvicepresidente del CTA, cobró del FC Barcelona una suma total que rondaba los 7 millones de euros mientras ejercía ese cargo. Sin embargo, en ningún momento figuraba algún contrato entre el exárbitro y el propio cuadro azulgrana. Dicho de otra forma, el conjunto culé intentó ocultar el pago que se le estaba haciendo.

HACIENDA INVESTIGÓ

Todo esto ha salido a la luz a raíz de las exigencias de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), quienes pidieron, según El Mundo, los pagos a Negreira. El Barça, de esta forma, constató que los mismos se realizaban de manera irregular, a tenor de lo que el jefe de administración del Barça redactó en 2021 que decía: “Contrato ya os indicaba en el borrador escrito que no hay. No sé si preferís decirlo explícitamente o hacernos el loco”, por lo que el FC Barcelona en ningún momento firmó contrato alguno, algo que podría desembocar en algo más grave al tratarse de un pago sin firma del mismo.