Bellingham vuelve a sus inicios: jugó como falso 9 ante el Athletic

Jude Bellingham volvió a jugar contra el Athletic en la posición que tanta gloria le dio al Real Madrid la temporada pasada. De media punta o falso delantero, como mejor quieran denominarlo. El futbolista inglés ha estado realizando en este curso una labor mucho más ‘sucia’ y sacrificada que la que estaba haciendo el año anterior, con unas cabalgadas y unas palizas físicas que le han mermado mucho. Con la llegada de Mbappé, Jude tuvo que retrasar mucho su posición y dirigir la sala de máquinas del conjunto blanco, blindando también la medular junto a Tchouaméni, Camavinga y Valverde, pero eso solo ocurrió en los primeros encuentros.

La inercia de Bellingham era la de jugar lo más adelantado posible al centro del campo, en la posición de falso 9 cada vez que Kylian salía fuera del área para mezclar con Vinicius y Rodrygo, pero nunca fue lo suficientemente resolutivo como sí que lo fue cuando no estaba el francés. A pesar de ello, el inglés lleva ya 13 goles en esta campaña, además de 12 asistencias, prueba de que el olfato goleador no lo ha perdido, pero sus kilómetros sobre el verde en cada partido, le han pasado factura. Además, Bellingham es un jugador que no dosifica esfuerzos, que va a cada disputa y a todos los balones y que quiere estar en todas las zonas del campo.

EL 4-4-2, LA MEJOR FORMACIÓN POSIBLE PARA JUDE BELLINGHAM

Con el equipo desordenado, es muy difícil ocupar todos esos espacios que el británico quiere abarcar en cada partido, por lo que su posición en el vértice del famoso diamante, en un 4-4-2, ha favorecido esta versión de Bellingham. Ancelotti se ha dado cuenta de ello, sobre todo, tras la debacle en r a frente al Arsenal. Los tres hombres de arriba no pueden jugar juntos cuando hay un equipo de igual entidad en frente, porque ese compromiso defensivo no se demuestra siempre y el bloque queda descompensado, por lo que ante el conjunto vasco, sin Mbappé por sanción, Ancelotti reubicó a Bellingham en la posición que tanto anhelaba el 5 y que tantos frutos dio al conjunto blanco.