Real Madrid Castilla 1-0 Atlético Sanluqueño: el filial retoma la senda del triunfo

Los focos del Alfredo Di Stéfano volvían a encenderse en la noche de hoy, en un domingo atípico de fútbol a causa del parón de selecciones. El Real Madrid Castilla se enfrentaba al Atlético Sanluqueño en la jornada ocho de la Primera Federación Española.

El conjunto dirigido por Raúl González Blanco se veía prácticamente en la obligación de volver a sumar de tres en casa teniendo en cuenta los dos partidos que encadenaba sin conocer la victoria y su decimocuarta posición en la tabla clasificatoria.

EL CASTILLA TUVO LA POSESIÓN Y EL SANLUQUEÑO LAS OCASIONES

Los canteranos madridistas eran conscientes de la importancia del encuentro de hoy y, desde el primer minuto de juego, impusieron una notable superioridad. Tanto es así que los primeros compases de juego expusieron a un Atlético Sanluqueño prácticamente encerrado en su propio campo, con un bloque defensivo excesivamente bajo; y un Real Madrid Castilla muy cómodo sobre el verde del Di Stéfano y con un porcentaje de posesión abrumador.

Sin embargo, a pesar de ese dominio merengue, las mejores ocasiones del encuentro, por no decir las únicas, cayeron del lado gaditano. Los chicos de Antonio Iriondo sabían a qué rival se enfrentaban y, a pesar de renunciar a la posesión, ni mucho menos le perdieron la cara al partido. Un error garrafal de Theo Zidane en campo propio propició la mejor ocasión para los visitantes que, finalmente, se saldó con un auténtico paradón de Lucas Cañizares.

Por parte del conjunto blanco, sin duda, el futbolista más destacado fue Nico Paz. El argentino se sabe muy superior en esta categoría y, aun así, trabaja, se sacrifica y corre como el que más, he ahí la clave de su éxito. Pues bien, su capacidad para jugar a un toque, su facilidad para tomar el mando en la sala de máquinas y su fútbol entre líneas provocó que el ‘10’ del filial del Real Madrid manejara a su antojo el encuentro desde el medio campo.

DOS ACCIONES QUE DETERMINARON LA PRIMERA PARTE

Corría el minuto 25 del primer acto cuando el feudo blanco olía peligro. Al conjunto de Raúl González le habían señalado una falta en la frontal del área, en un perfil ideal para un zurdo y Nico Paz, quién si no, se disponía a ejecutar el lanzamiento. El mago argentino no acertó a superar la barrera en primera instancia, pero tras salir beneficiado por el rechace, Nico se volvió a sacar uno de sus trucos y picó el esférico por encima del guardameta visitante para subir el primero al luminoso y desatar la locura entre su gente.

No obstante, la alegría por la capital duró poco, ya que apenas dos minutos más tarde, en una acción que sin lugar a dudas determinaría el partido y protagonizaría la gran polémica del encuentro, Mario Martín, capitán del Castilla salía expulsado del encuentro. A partir de entonces, la intensidad y el ritmo del choque se enfrió entre un Atlético Sanluqueño en busca del empate con un hombre más y el filial del Real Madrid tratando de aguantar como podía teniendo en cuenta la inferioridad numérica. De este modo se llegó a la conclusión de los primeros 45 minutos.

LUCAS CAÑIZARES SOSTUVO AL CASTILLA EN LA SEGUNDA PARTE

La segunda parte, como era de esperar, comenzó con una tónica completamente opuesta a la del primer tiempo. Los muchachos de Raúl optaron por replegarse, ceder el esférico al conjunto visitante y esperar su oportunidad a la contra para poder cerrar el partido.

Asimismo, el cuadro gaditano asumió la responsabilidad de llevar el peso del partido y comenzó a dominar el partido con posesiones largas y una multitud de centros laterales que hostigaron una y otra vez la zaga de los canteranos madridistas. En este contexto, el futbolista más destacado por parte del conjunto merengue fue Lucas Cañizares que, con su gran actuación en la noche de hoy, fue capaz de mantener el 1-0 en el luminoso, sostener a los suyos en el partido y, de este modo, no dar alas al Atlético Sanluqueño que, de haber anotado en los primeros compases del segundo acto, se habría crecido en el choque.

A pesar del dominio gaditano, el Castilla supo sufrir y alrededor del minuto 77, Palacios tuvo una ocasión clarísima para aliviar en cierto modo el sufrimiento merengue y ampliar la distancia en el luminoso. El ‘22’ blanco dejó patente su capacidad de llegada rematando un centro lateral que Samu logró detener prácticamente en la misma línea de gol.

Los gritos de Lucas Cañizares a la grada: “¡Vamos, estamos juntos!” pidiendo un último aliento de los suyos en una situación tan compleja y el increíble esfuerzo de cada canterano del Real Madrid habiendo sido capaz de soportar con un hombre menos durante toda la segunda parte, acabaron de la mejor manera posible: con los tres pitidos finales del colegiado que sellaban la victoria del cuadro madridista.

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