Real Madrid 101-90 Baskonia: el show de Campazzo revienta el partido
El inicio del Real Madrid fue diferente al del primer partido, y es que los blancos fallaron sus tres primeros tiros, mientras que Baskonia sí encestó su triple inicial, obra de Matt Costello. Aun así, se vio que la energía e intensidad defensiva se trasladó del pasado martes a este encuentro, pues las siguientes posesiones de los vitorianos se tradujeron en pérdidas gracias a Edy Tavares y Mario Hezonja, muy rápidos de manos los dos. Aun así, y con otro lanzamiento exitoso desde más allá del arco de los visitantes, la canasta inaugural de los madridistas fue del croata, que se mostró muy activo en este comienzo. Eso sí, cambió el esquema de Chus Mateo en este 'game 2', y es que muchas jugadas se pintaron en el poste, tanto para el caboverdiano como para el '11' blanco, y ambos tuvieron un alto porcentaje de acierto.
PARTIDO DE MUCHAS INTERRUPCIONES
El primer cuarto fue interminable, y es que el reloj del WiZink Center dio una cantidad ingente de problemas, y los árbitros pararon el encuentro en varias ocasiones para corregir el tiempo de posesión. Más allá de ello, el partido fue un ida y vuelta constante, con más peleas en la zona que juego exterior, aunque Baskonia es cierto que propuso más lanzamientos triples que el Real Madrid. De hecho, la pizarra de Chus Mateo fue clara: abusar del poste con la superioridad física de Tavares y Hezonja. Un día más, el croata volvió a ser clave, esta vez con un tiro exterior que levantó a todo el pabellón y que le sacó la sonrísa de los 'jugones'. Los de Dusko Ivanovic exhibieron un juego completamente dependiente de los triples, y es que la defensa con Guerschon Yabusele tuvo sus cosas negativas.
Y un gran 'alley oop' entre Hezonja y Vincent Poirier inauguró el segundo cuarto para el Real Madrid, que trianguló muy bien para aprovechar el espacio enorme en la zona que dejó Baskonia. Seguido de un triple de Sergio Llull, perfectamente ejecutado tras una muy buena circulación de balón, aunque respondió Markus Howard desde la esquina. Mientras tanto, el menorquín siguió encendido y encestó otro lanzamiento exterior para llegar a los nueve puntos. La entrada de Sergio Rodríguez rompió por completo este periodo, que prácticamente ni se paró, pero se vio la magia del Chacho sobre el parquet con una asistencia espectacular a Gabriel Deck, que solo tuvo que lanzarla contra el cristal. Y así hasta el descanso, y es que el encuentro no cambió un ápice, con un ida y vuelta muy bonito entre ambos conjuntos.
LLUVIA DE TRIPLES TRAS EL PASO POR VESTUARIOS
Nada más comenzar el tercer cuarto, los dos equipos encestaron un triple en sus posesiones, pero hicieron actos de presencia los árbitros con sus decisiones más que polémicas. Primero, pitaron un 2+1 inexistente sobre un jugador baskonista, y en la segunda acción, una técnica sobre Dzanan Musa por un teórico flopping al lanzar un tiro exterior. Solo se las pitan al Real Madrid, eso está más que claro. Dentro de lo que cabe, los madridistas respondieron con su juego combinativo entre el base y el pívot, y Facundo Campazzo siguió aumentando su anotación personal (17 puntos). Pese a ello, Baskonia no se rindió, y a través de los contraataques no se terminó de ir del partido. El alapívot francés se unió a la fiesta con un reportorio ofensivo excelso, y que, junto a una defensa de libro, le permitió brillar para alcanzar las 16 unidades y poner la máxima blanca en el marcador: +13.
Visto para sentencia en apenas un minuto de juego, y es que dos triples seguidos, uno de Deck y otro de Llull, permitieron al Real Madrid ponerse a +17 junto a dos tiros libres del argentino, que rompió la zona con sus entradas. La ventaja obtenida sirvió para dar descanso a los jugadores más importantes del equipo de Chus Mateo, y es que los minutos de jugadores como Tavares o Musa eran muy importantes a la larga. Asimismo, esto lo aprovecharon otros como el menorquín, que no dejó de engordar su estadística anotadora. Eso sí, incomprensiblemente, Hezonja volvió a cancha, seguramente para no bajar el nivel competitivo y cerrar la victoria. Los cinco últimos minutos fueron de un control abismal, y eso que Baskonia hizo un amago de despertar, pero los madridistas supieron asegurar el 2-0 pese a que los árbitros volvieron a favorecer a los vitorianos con doble técnica y expulsión al croata, que se marchó muy cabreado tras una falta muy clara que no le pitaron. De hecho, ignoraron por completo todas las protestas tanto de Ivanovic como de sus jugadores pese a que fuesen tan claras e intensas como las del blanco.