Olympiakos 84-72 Real Madrid: tétrica derrota en Grecia

El Real Madrid comenzó el encuentro con un quinteto diferente a otros partidos, ya que Usman Garuba y Dzanan Musa fueron de la partida para aportar defensa y anotación respectivamente. Asimismo, Gabriel Deck comenzó de inicio, aunque fue Edy Tavares quien recibió los mayores balones para tratar de controlar la zona. Con todo ello, errores en las posesiones de los madridistas, y Olympiakos anotó un 12-0 de parcial que noqueó a los de Chus Mateo con mucha facilidad. Sasha Vezenkov fue la auténtica pesadilla de los capitalinos, y el inicio griego dejó en fuera de juego a los visitantes, pese a dos robos de Mario Hezonja, que estuvo activo en defensa, pero en ataque ninguno estuvo especialmente acertado. Y finalizó el primer cuarto con una auténtica paliza en el marcador, y con las peores sensaciones posibles.

El segundo cuarto no distó mucho de lo visto inicialmente, ya que Olympiakos siguió exhibiendo su calidad, tanto técnica como física, y la selección de lanzamientos del Real Madrid fue tétrica. De hecho, la estrategia a seguir era que Hezonja lanzase de cualquier forma en todas las posiciones. Los blancos se vieron impotentes y también desacertados en todos los sentidos ante la avalancha griega, sobre todo de Nikola Milutinov, que se hizo amo y señor de la zona blanca. Mientras tanto, los tiros de campo fueron todos absolutamente horribles, y la renta de desventaja rozó los veinte, algo prácticamente irremontable. El descanso llegó para gracia y suerte de los blancos, y es que la puesta en escena a nivel global distó, y mucho, de la que debería tener un equipo grande en playoff de Euroliga.

Para el tercer cuarto se esperaba una reacción del Real Madrid para disminuir la desventaja, aunque se antojaba difícil. Y nada más empezar expulsaron a Chus Mateo con una segunda técnica, algo que no ayudaba mucho a los blancos de cara al resto de encuentro, y fue Facundo Campazzo quien rompió el cero en el marcador madridista con un triple muy positivo. Que de poco sirvió, todo sea dicho, ya que Olympiakos siguió pico y pala aumentando la renta. La resignación se hizo muy clara con cada acción capitalina, y es que todas las posesiones fueron un auténtico suplicio incluso con otro sistema, y el futuro no se veía tan negro gracias a varias acciones de Hezonja y a robos de Andrés Feliz en algunas situaciones.

Ya en los últimos diez minutos, la cosa tampoco cambió en exceso, ya que los verdugos fueron cambiando de nombre según la zona de la cancha. Eso sí, las rotaciones de Olympiakos parecieron eternas, y cada jugador aportó lo que Georgios Bartzokas pidió al completo, lo cual hizo imposible al Real Madrid reducir la desventaja gracias a dos triples de Sergio Llull, aunque la réplica de Thomas Walkup no tardó en llegar, y el parcial positivo se quedó en nada. De hecho, la obcecación con el lanzamiento desde más allá del 6'75 fue la principal rémora de los madridistas, que lucharon para morir en la orilla en este primer partido en El Pireo. Ahora, el próximo partido será el viernes, también a las 20:30 de la tardae.