Real Madrid 80-75 UCAM Murcia: sangre, sudor, lágrimas y victoria

Real Madrid 80-75 UCAM Murcia: sangre, sudor, lágrimas y victoria
© foto de Iván del Dedo Martín
Ieri alle 14:32Baloncesto
de Iván del Dedo
Los blancos se llevan un partido trabajado de principio a fin en el que Murcia se impuso en los tres primeros cuartos con un juego muy trabado

¡Final en el Movistar Arena! Tras una derrota europea en Atenas ante el Panathinaikos y después de haber vencido a Gran Canaria en el archipiélago el fin de semana pasado, el Real Madrid de baloncesto volvió al Palacio para enfrentarse a un UCAM Murcia que se encuentra peleando por las últimas plazas de acceso a los Playoffs de Liga Endesa

El Real Madrid arrancó el partido con dificultades ante un UCAM Murcia que impuso su físico desde el primer minuto y al que los árbitros le permitieron todos los contactos. Gates y Birgander fueron los primeros en castigar la defensa blanca con su efectividad cerca del aro. Por parte del Madrid, fue Garuba quien asumió el protagonismo en la anotación en los primeros minutos, manteniendo a los suyos a flote mientras los murcianos aprovechaban su agresividad. Sin embargo, cuando más lo necesitaban los de Chus Mateo, apareció Musa. El bosnio tomó el relevo ofensivo y comenzó a igualar el duelo, respondiendo a los aciertos de DJ Stephens, que fue clave para que los murcianos cerraran el primer cuarto con ventaja.

El segundo cuarto comenzó con un cúmulo de errores por parte del Real Madrid. Pérdidas, malas decisiones y falta de claridad en ataque, lo que permitió a UCAM Murcia abrir una brecha de 11 puntos en apenas dos minutos y medio. Chus Mateo detuvo el partido con una bronca a los suyos para frenar la sangría. Aunque la reacción tardó en llegar. Y esta, como de costumbre, llevó el sello de Llull. Un triple del capitán cortó la sequía blanca y, acto seguido, robó un balón en media pista para asistir a Abalde, que también convirtió desde el perímetro. El Palacio se encendió y, aunque las imprecisiones siguieron apareciendo, el Madrid igualó la intensidad murciana y logró recortar la distancia antes del descanso para situarse a 6 puntos.

El tercer cuarto comenzó con malas sensaciones para los madridistas. Imprecisos, faltos de chispa y con algunos jugadores mostrando un lenguaje corporal preocupante, los blancos parecían mentalmente fuera del partido. UCAM Murcia tampoco mostró un gran despliegue ofensivo, pero la falta de acierto del Madrid impidió aprovechar ese tramo. Solo Musa se negó a rendirse. El bosnio sostuvo a su equipo mientras el resto acumulaba errores. Y, para añadir más leña al fuego, las decisiones arbitrales volvieron a ir contra el Madrid. Sin embargo, esa frustración acabó transformándose en energía. Con cinco puntos de desventaja y tras otra acción discutida, el Madrid y su afición reaccionaron. No fue con brillantez ni con fluidez, pero sí con sacrificio. Con un juego trabado y muchas batallas físicas, los blancos consiguieron ponerse por delante, aunque en los últimos segundos, con un 2+1, Murcia volvió a tomar las riendas del juego.

El Real Madrid entró en el último cuarto con una desventaja de 1 punto y con Hezonja y Llull con un cabreo muy visible con Chus Mateo, que decidió dar entrada al 'Facu' a 8 segundos del final del tercer cuarto y permitió colocarse defensivamente a los visitantes. El partido seguía siendo un ejercicio de supervivencia más que de baloncesto fluido. Hugo González puso la intensidad necesaria de inicio con un tapón y un rebote ofensivo culminado en canasta, tratando de dar energía a un Madrid que volvió a arrancar con dudas.

El duelo se convirtió en una pelea de desgaste, con el contacto físico superando cualquier intento de juego dinámico. Pocas opciones para combinar, ataques forzados y puntos que costaron sangre, sudor y lágrimas. Cada canasta se celebró como un gol. Sin margen para bajar la intensidad ni un segundo, el Madrid tiró de carácter, de músculo y de ese gen competitivo que le ha sacado de tantas situaciones comprometidas. Con sufrimiento, con esfuerzo y sin brillantez, los blancos lograron cerrar una victoria trabajada ante un Murcia que no regaló ni un centímetro hasta la bocina final. Eso sí, los blancos se llevan en la mochila una larga lista de tareas para mejorar. 

El próximo partido del Real Madrid de baloncesto será el próximo jueves 13 de marzo ante la Virtus Bologna, a las 20:45 horas, en Euroliga