Ceballos siempre ha tenido fútbol, solo necesitaba una noche catedrática

Han bastado los dos últimos partidos del Real Madrid para que muchos cambien su opinión respecto a Dani Ceballos. Como Nacho y Asensio, el utrerarno también acaba contrato el próximo 30 de junio. Cerca de salir en verano, se quedó a las órdenes de Ancelotti porque nunca llegó una oferta convincente. Incluso visto como se había reforzado el Real Madrid, sobre todo en la sala de máquinas, se hacía difícil presagiar que fuera a contar con muchas oportunidades para demostrar su valía. De hecho, así ha transcurrido la temporada hasta hace bien poco. Sin especial protagonismo.

Sin embargo, todo ha cambiado en una semana. Clave en Villarreal y también el pasado domingo en San Mamés, desde el seno interno del club hay una cola que ya pide su continuidad. En una plantilla veterana, Ceballos es una solución por donde lo mires. Un jugador que solo había disputado 526 minutos en 17 partidos, solo cinco de ellos como titular. Parecía un caso perdido para la causa. Nada cambió con su cesión al Arsenal durante dos temporadas. Incluso la grave lesión que el afectó en 2021 hacía presagiar lo peor.

PARTIDO CATEDRÁTICO

A sus 26 años, Dani Ceballos jugó su mejor partido de blanco ante el Athletic en San Mamés. De hecho, sentó a Luka Modric en el banquillo. Incluso Carlo Ancelotti dijo tras el partido que para él "Ceballos es intocable". Fuentes del club lo ven compatible con Jude Bellingham, en caso de que el inglés acabara aterrizando por el Bernabéu. Su renovación está en juego, pero no parece que vaya a ser un problema si mantiene el nivel mostrado. ¿Por qué? Ceballos siempre ha tenido fútbol, solo necesitaba minutos. Eso, y una noche como la de San Mamés.