Opinión

Gracias por tanto, perdón por absolutamente nada

Gracias por tanto, perdón por absolutamente nadaBernabeudigital.com
Ancelotti y Florentino Pérez
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sábado 19 abril 2025, 15:00Noticias
de Diego Rivero Mosqueda
La opinión de Diego Rivero

El español es el mejor idioma del mundo, y no solo por su tono melódico, ni tampoco por la casi eterna variedad de sinónimos que usamos para poder expresar algo. A diferencia del inglés, la cantidad ingente de registros que tenemos es asombrosa, y es un poco lo contrario a lo que le pasa a Carlo Ancelotti en el Real Madrid. Ser el más exitoso no define lo tan bueno que llegas a ser en algo. Así ha sucedido con el italiano aquí, que se encontró con una plantilla hecha en su primera etapa, a falta de algunos retoques que fueron clave como Gareth Bale, a quien ya se pidió el año anterior; y una segunda parte del libro que tuvo sus luces y sus sombras. Nunca contundente, porque 'Carletto' nunca ha sido así, solo cuando tuvo que criticar a lo grande a los blancos al entrenar al Bayern de Múnich.

Lo bueno, y debe ser de lo poco, que tiene la vida, es que nadie es perfecto. Tampoco Carlo, que estos últimos años ha pecado de inmovilismo, el mismo que la propia directiva del Real Madrid, porque no toda la culpa recae sobre los hombros del italiano. Seamos sinceros, al equipo le faltan varias piezas que no se han fichado, y eso nunca será fallo del entrenador, tenga el nombre que tenga y los apellidos que le sucedan. No obstante, ganar títulos tapa todo lo malo, así como ensalza lo bueno, que en situaciones críticas no llega a dar la talla en algún momento concreto. El fútbol pertenece a los jugadores, creo que estamos todos de acuerdo... no así el baloncesto, que necesita una perfecta comunión con el entrenador, y que actualmente tampoco se tiene. A Ancelotti habría que exigirle un mínimo, tanto de planteamientos, como de trabajo y preparación, algo que este año no ha estado ni cerca de existir.

Con todo eso, hay que dar las gracias a Ancelotti por tantas cosas que ha hecho aquí en el Real Madrid. Inventarse la posición de interior para Di María, o la de hombre libre que carga el área de Jude Bellingham que, por el fichaje de Kylian Mbappé, difícil verlo de nuevo... o también el gran juego de la temporada 2014-15 con ese árbol de Navidad que tanto nos maravilló a todos. También agradecerle la explosión de Vinicius Jr, seguramente no habría sido posible sin el italiano a los mandos.

Y siempre hay un gran 'pero' en la ecuación. Álex Jiménez, gran amigo mío y mentor, dice que mis mejores frases vienen después de esta maravillosa conjunción. Es momento de agradecer, pero no voy a pedir perdón por haber criticado la falta de rotaciones en su primera etapa, también en esta segunda, o porque Endrick tenga menos minutos que Éder Militao, lesionado hace ya muchos meses, a quien se forzó partido tras partido viniendo de una grave lesión de rodilla. Ni siquiera voy a hacerlo por la nula inclusión de Arda Güler en el once tipo, o por no haber probado a Jesús Fortea cuando tu lateral derecho titular no podía con sus botas. O por haberte querido fulminar a Raúl Asencio a las primeras de cambio por un Aurelien Tchouaméni que ahora ha visto la luz de pivote nuevamente.

Las gracias, inofensivas y afiladas al mismo tiempo, deben ir acompañadas de una crítica, porque si nosotros no tenemos ni un respiro en la vida, los que tienen más facilidades tampoco deberían tenerlo. Por tanto y por nada, y es que la carrera de Ancelotti en el Real Madrid ha sido un camino espectacular, lleno de trofeos y mucha gloria, tiene y debe acabarse en verano. Por ti, pero también por nosotros.