Endrick no puede seguir así en el Real Madrid

Entramos en una semana decisiva para el Real Madrid. Los blancos se juegan toda una gran final de la Copa del Rey a la que accedieron tras sufrir, y mucho, contra una Real Sociedad que puso seriamente contra las cuerdas a los de Carlo Ancelotti. Una clasificación que no tendría sentido si no fuese por el gran papel que ha tenido Endrick cada vez que se ha puesto la camiseta blanca del cuadro merengue en este torneo. Son cinco los goles que ha marcado el brasileño en el campeonato en el que acumula poco más de 300 minutos, demostrando su eficacia de cara a puerta.

Y es que lo triste no es que un jugador por el que la apuesta ha sido tan grande juegue tan poco. Es algo lógico cuando se trata de un chico en periodo de adaptación de solo 18 años y eso, en teoría, es lo normal para que vaya cogiendo rodaje. El problema llega cuando te das cuenta que Endrick no solo ha derribado la puerta, sino que gracias a él se puede presumir de estar en la cuarta final que jugará el Real Madrid en la temporada. 

ENDRICK MERECE MÁS

Ya lo dijo él hace unas semanas semanas en una entrevista: “Tengo que aprovechar las oportunidades. Sé lo difícil que es jugar porque están los cuatro mejores atacantes del mundo: Bellingham, Mbappé, Vini Jr. y Rodrygo. Son jugadores increíbles que siempre quieren jugar. Cuando tengo mi oportunidad lo doy todo por el equipo marcando y defendiendo”. Y es que él mismo asume su rol, pero Ancelotti tiene que asumir que Endrick merece más que los minutos de la basura porque cuando juega pasan cosas y, sobre todo, rinde y sus números así lo demuestran.

La cuestión es que ni siquiera cuando las puertas parecen abrirse, terminan haciéndolo. El otro día frente al Athletic, Mbappé estaba sancionado y la realidad es que Ancelotti decidió cambiar sus principios y su sistema habitual antes que dar entrada al brasileño. Sí jugó, y le dio tiempo a participar en el tanto anulado a Vinicius y a generar alguna ocasión de peligro. La cosa es que como siga así, no nos podríamos extrañar de estar ante un caso de juguete roto que termina saliendo del Real Madrid para labrarse un futuro como crack de este deporte. Esperemos que no sea así.