Toque de atención a Camavinga: insostenible en el Real Madrid

Parece mentira, pero en marzo de 2025 tenemos que alertar de que Eduardo Camavinga no ha dado el salto en el Real Madrid. Es más, el francés parece haber perdido ese potencial físico de sus inicios con el que compensaba sus constantes despistes. Ahora, el ex del Rennes mezcla lo malo de las dos; inseguro con balón y, para colmo, no se impone en el centro del campo. Todavía es joven, pero no deja de ser llamativo que sea su cuarta temporada en el Real Madrid y no se haya asentado como un futbolista imprescindible. 

Hemos estado muy encima de Tchouaméni, que está demostrando últimamente que es el jugador que todos podíamos esperar. Las cosas de palacio van despacio, sí, pero hay que poner todas las cartas encima de la mesa y no esconder los problemas bajo la alfombra. Camavinga no está bien. Puede que la salida de un jugador de la talla de Kroos, que limpiaba tanto el horizonte para sus compañeros y lo simplificaba para el bien del equipo, esté pesando en Camavinga. Sin un guía claro en salida de balón, tampoco en la defensa, el hecho de que al Real Madrid le falte algo de fútbol en determinadas situaciones tiene muchas explicaciones. 

Llama la atención, además, que un futbolista como Dani Ceballos, que parecía abocado a una salida más pronto que tarde, haya sido el faro que ilumine al equipo desde la medular. El utrerano ha demostrado un talento para la defensa que estaba oculto, y ha potenciado su genial habilidad para ser protagonista en salida de balón. Ceballos, hasta la lesión, ha sido todo lo que Camavinga no ha demostrado, y al igual que con Tchouaméni señalábamos lo evidente, hay que decir que este Camavinga no es el que necesita el equipo. Las lesiones han tenido que ver, claro, pero el momento de tomar las riendas es ahora, en el cénit de la temporada.