Yoro es el enésimo ejemplo de la gestión de Florentino
Florentino Pérez es el mejor presidente de la historia del Real Madrid. No se puede añadir más al mandatario con el que más títulos han sumado las secciones de baloncesto y de fútbol en toda su historia. Sin embargo, su trabajo va mucho más allá de los títulos y del sabor a metal. El legado que está dejando me tranquiliza aún sabiendo que no le quedan muchas temporadas al frente del transatlántico. Jugadores jóvenes y con proyección, el mejor estadio del mundo, una máquina de ingresar dinero... No se pueden hacer mejor las cosas.
Los deberes de un presidente del Real Madrid pasan por ganar el mayor número de títulos posibles. Nada más. Pero Florentino Pérez no es un simple presidente, él quiere hacer del club algo nunca antes visto en la historia del deporte. Creo, sinceramente, que lo ha conseguido pese a las enormes críticas que también recibe por parte de muchos madridistas.
NO HABRÁ OTRO COMO ÉL
Que todos los jugadores jóvenes del mundo quieran jugar en el Real Madrid es por Florentino y todo lo que ha creado alrededor del club. No es por Ancelotti, ni por los capitanes del equipo ni tan siquiera por los títulos que consigue el equipo. Llegar al club mejor gestionado del mundo atrae a los futbolistas más mediáticos. ¿Por qué llegaron Tchouaméni o Camavinga? ¿Por qué lo hizo también Jude Bellingham tras una muy mala temporada de los de Ancelotti? La respuesta es simple y llana: Florentino Pérez.
Todavía habrá madridistas que critiquen su gestión si no ganamos nada la próxima temporada. "No tenía que haber traído a Mbappé" o "Nacho debería haber renovado" son frases que se escucharán con el primer tropiezo. Atentos, que los periodistas estarán esperando.