El ciclo de Ancelotti en el Real Madrid está más que acabado

No hay derecho que, con el equipazo que tiene entre manos, Carlo Ancelotti haya convertido casi cualquier partido del Real Madrid esta temporada en un suplicio. Sí, el conjunto blanco sigue vivo en las tres grandes competiciones, pero hay formas y formas. Y gran parte del madridismo pide a gritos aire fresco en el banquillo despues de ver el esperpento de juego que están desplegando los suyos en lo que llevamos de curso.

Y siento ser tan contundente, pero es que es lo que hay. No puede ser que una plantilla con Bellingham, Mbappé, Rodrygo, Vinicius, Camavinga, Modric y compañía sea incapaz de ganar con solvencia y tranquilidad más de dos partidos seguidos. Lo siento, pero no me lo creo. El Real Madrid tiene jugadores para arrollar a más de la mitad de los equipos de LaLiga; y eso, por desgracia, no se está plasmando sobre el terreno de juego salvo en contadas noches.

El pasado verano, con la llegada de Mbappé, todo era ilusión en una afición que semanas antes vio levantar una Liga y otra Champions League al Real Madrid con Ancelotti a los mandos. Pero esa ilusión ha dado paso al hartazgo y la desesperación en apenas unos meses, contando los días para que termine la temporada -ojalá que de la mejor manera posible para los intereses madridistas- y despedir con honores al italiano.

Gracias eternas por todo lo que Carletto nos ha dado -que ha sido mucho-, pero la próxima campaña no puede seguir ocupando el banquillo del Santiago Bernabéu. Debe hacerse un favor y tomar las riendas de una Brasil en franca decadencia que solo puede ir a más.