Barcelona - Real Madrid | Los Beatles sonaron en Montjuic gracias a Jude

Bellingham, con una segunda parte para enmarcar, no falló en su primera gran cita con el conjunto blanco y decidió el clásico
28.10.2023 21:45 de  Sergio Hervás   ver lecturas
Jude Bellingham, Real Madrid
Bernabeudigital.com
Jude Bellingham, Real Madrid
© foto de Federico Titone/BernabeuDigital.com

Hay muchos adjetivos que podrían describirle, muchas formas para definir a este jugador absolutamente inigualable, pero, posiblemente, el término que mejor lo haga sea magia. Jude Bellingham no solo tiene esa magia en sus pies, en su toque, su calidad, el deleite que provoca en todos los que tienen el placer de disfrutar de su fútbol…; sino también tiene ese toque mágico, ese ángel en su persona, para ser capaz de aparecer en el momento exacto y en el lugar preciso para ser determinante en cada partido.

JUDE BELLINGHAM, EL MEJOR FUTBOLISTA DEL MUNDO

En el día de hoy, el bueno de Bellingham se enfrentaba a su primer clásico de la temporada y, lejos de desaparecer o abrumarse por la presión teniendo en cuenta que apenas tiene 20 años, el inglés aguardó su momento y, cuando todo parecía encaminado a una victoria culé, el inglés se sacó de la chistera un truco que, hasta ahora, no le habíamos visto con la camiseta del Real Madrid: un zapatazo desde media distancia imparable para Ter Stegen, para poner las tablas en el luminoso. No contento con la hazaña cosechada hasta ese momento, fue capaz de aparecer a la espalda de los centrales culés, recibir la asistencia de Carvajal y volver a batir al guardameta alemán para sepultar el templo culé y hacer sonar Los Beatles en casa de los Rolling Stones.

Finalmente, cabe destacar que lo inimaginable de este chico no son solo sus registros goleadores, sino su adaptación inmediata al club y el sentimiento por este escudo que demuestra en cada gesto. El hecho de llevarse la mano al escudo en vez de realizar su famosa celebración en el primer gol; sus gritos y arengas a sus compañeros como si de un capitán se tratase; su capacidad de sacrificarse y correr sin balón como si fuera el futbolista con menos técnica del equipo y tuviera que ganarse un sitio en el once; y ese carisma que desborda a cada paso que da han convertido a Jude Bellingham no solo en el futbolista franquicia del Real Madrid, sino en el mejor jugador del mundo.