¡Qué orgullo de selección!
¡Qué selección! ¡Qué campeonato se ha marcado España! ¡Volvemos a ser campeones de Europa! Y contra los ingleses, el mismo día que, además, Alcaraz vuelve a conquistar Wimbledon. ¡Qué orgullo!
He de reconocer que, al principio, 'La Roja' no estaba entre mis favoritas para ganar la Eurocopa, pero este equipo ha dado una lección magistral, ganando todos los partidos y derrotando a las mejores selecciones del continente como Croacia, Italia, Alemania, Francia e Inglaterra. Luis de la Fuente ha creado un grupo de veteranos y noveles (al más puro estilo Real Madrid), donde prima el buen rollo, el compañerismo, la generosidad... Una familia sin egos, empezando por el propio seleccionador; sin ningún afán de protagonismo; y con una humildad enorme. Trabajazo del técnico riojano que ha sabido exprimir el máximo potencial de todos sus jugadores, dejando que estos sean los verdaderos protagonistas.
Hemos visto la consagración de dos superestrellas por los costados, con un Williams y un Lamine brillantes. Qué desparpajo, qué descaro, qué calidad. Lo del centro del campo ha sido de locos, con Rodri (el mejor del torneo) multiplicándose en cada jugada y con Fabián y Olmo poniendo la clase y la magia. En defensa, Laporte ha hecho un torneo impresionante, un muro escoltado por dos torretas, no muy altas, pero peleonas, sólidas y agerridas como ellas solas. ¡Qué torneo de Carvajal y Cucurella! Un Carvajal que, por cierto, debería ser el próximo Balón de Oro. ¡Qué temporada se ha marcado!
En general, la actuación de España en esta Eurocopa ha sido impecable, y tiene un mérito increíble. No obstante, más allá de este título, De la Fuente y sus chicos han logrado que, pese a los líos de la Federación y a la polarización en la que vivimos, todos los españoles vuelvan a sentirse orgullosos de su selección y de su país; algo que no parecía nada sencillo antes del torneo. Y hay equipo joven para soñar con el Mundial. ¡Vamos, España!