Por 2012 y por ti, José
Aquel fatídico 25 de abril de 2012 algo murió en el corazón de todos los madridistas. Con los penaltis fallados de Kaká, Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos caímos en semifinales de Champions League en pleno Estadio Santiago Bernabéu abarrotado y de lleno metido con el Real Madrid, ante un buen Bayern, que a la postre perdería la final en nuestro templo ante el Chelsea, y también en la tanda fatídica. Muchos morimos ahí, en una noche para el olvido, con José Mourinho postrado de rodillas ante los fallos una y otra vez de sus guerreros blancos.
Esa herida no cerró con 'La Décima' y el cabezazo de Ramos, que se resarció a su manera de aquel penalti. Tampoco con los penaltis de Milán y el decisivo de Ronaldo, que también se quitó esa espinita de años atrás. Ni siquiera en Cardiff, con el mayor baño en una final de Champions ante la Juventus, se pudo curar. Incluso en Kiev y la grandeza de Gareth Bale, que nos dieron prácticamente 1.000 días como campeones de Europa, hubo algo que hacer para quitarnos de la cabeza esa tanda. Años más tarde, en 2022, Thibaut Courtois sintió a todos los mejores porteros de la historia en su espalda para erigirse como el salvador ante aquel Liverpool tan potente de Jürgen Klopp, pero la pesadilla continuó.
Sin embargo, el fútbol, que identifica la magia del deporte como ningún otro, tuvo algo reservado especialmente para el Real Madrid. Tan impredecible como siempre, los madridistas resistieron al Manchester City y sus otras reglas como los numantinos a los romanos, aunque los nuestros no sucumbieron al paso del tiempo. Ni cuando Luka Modric, el especialista, falló el primer penalti de la tanda. Se levantaron una vez más, decidieron que no podía repetirse 'otro 2012', y Andriy Lunin, el hombre de hielo, paró dos. Lucas Vázquez recordó a Milán, como si lanzar uno fuese pan de cada día, y junto a Nacho, canteranos y capitanes, los metieron con el corazón. Y Antonio Rüdiger, que salió en dos fotos negativas, decidió convertirse en 'Jerarca' para siempre con su último lanzamiento.
El miércoles se cerró la herida por fin después de doce largos años, y es que el fútbol le debía algo al Real Madrid. Lo siento, José, por aquella noche, pero gracias por ayudar a conseguir las posteriores, porque todo esto siempre será tuyo.