A veces la suerte gana más que la habilidad

Qué importante es estar en el lugar correcto justo en el momento exacto de la vida, con una alineación impecable de los astros, para poder dejar huella y marcar tu nombre en la historia. Y la mayoría de las veces ni siquiera es por elección propia, sino porque el fruto de la aleatoriedad decide que seas tú quien reciba el libro escrito en vez de hacerlo por ti mismo. Algo parecido le pasa a Carlo Ancelotti, el entrenador con más títulos de la historia del Real Madrid y que quizá ni sea el mejor técnico del club, juntando fútbol y baloncesto, claro. No voy a decir quiénes son para mí los que ocupan los podios respectivos en este sentido, aunque la mayoría sean bastante claros. Y es que para el italiano, gracias a Dios, la suerte le ha acompañado siempre.

Si bien "en todo hay una porción de todo", pues todas las cosas comparten la misma sustancia para existir, según Anaxágoras, en cierto modo... Ancelotti es un poco así con la figura de entrenador y su esencia. Para qué mentirnos, la suerte es más importante que tu calidad como trabajador, y el italiano lo sabe bastante bien, aunque cada vez haya más oficialismo falto de argumentos sólidos y lleno de mentiras que ni los que las escriben se pueden creer. Aunque no deja de ser eso, el intento de ser "culto" escribiendo para completos idiotas que niegan la realidad más clara de todas, Sobre el italiano, lo único que se le pide desde el madridismo es que saque a los chavales, y viene de antes, no porque Güler y Endrick -junto a Valverde- te salvasen el partido ayer.

Aunque nunca lo ha hecho, lo de realizar apuestas en los jóvenes para desarrollarlos, porque todo tenía un contexto previo en el Real Madrid que ayudó bastante. Vinicius y Valverde con Zidane, o el propio Casemiro con el francés, pero pocos o casi nadie con el italiano. Ahora lo sufren el brasileño y el turco, que apestan a generacionales, como lo hace Eduardo Camavinga, a quien todavía no he visto un desarrollo notable... ¿por qué será?