El brutal zasca de Florentino Pérez en el mercado de fichajes
En el Real Madrid se rige bajo un principio básico. A diferencia de en otros clubes, ningún jugador se queda contra su voluntad. Si la idea de un futbolista es marcharse, tiene que llegar a un acuerdo económico con la entidad, y después tendrá libertad absoluta para hacer las maletas. Los mejores ejemplos son de este mismo verano: Sergio Ramos, Raphaël Varane y Martin Odegaard.
El excapitán no aceptó la oferta de renovación del club y, cuando dio marcha atrás, ya era demasiado tarde. El Real Madrid había cerrado el fichaje de David Alaba, que ahora es indiscutible en el equipo, mientras que el sevillano todavía no ha debutado con el PSG. Una historia muy parecida sucedió con Raphaël Varane, quién no consideró suficiente la propuesta del club blanco y estaba listo para afrontar nuevos retos. Ahora se ha perdido 8 partidos por lesión con el Manchester United y ni siquiera ha disputado diez en total (suma nueve).
Odegaard ya se 'arrepiente' de haberse marchado
El noruego estaba destinado a convertirse en una de las grandes joyas del Real Madrid, pero no aceptó su rol secundario en la plantilla. Ancelotti le pidió que se quedara y, aún así, éste optó por el camino fácil. Entonces el club fichó a Eduardo Camavinga. Odegaard pensaba que en el Emirates Stadium iba a ser titular indiscutible y ahora le ha ganado el puesto el joven Emile Smith Rowe. Una vez más, Florentino Pérez vuelve a tener razón.