El Madrid cumple a la espera de que el Girona dicte sentencia: la crónica
Real Madrid y Cádiz CF se enfrentaban este sábado en el Santiago Bernabéu con objetivos muy diferentes. Por un lado, los madridistas buscaban dar un paso más hacia un título liguero que ya tocan con las manos, a expensas de lo que haga el Barça en Girona; y, por otro, los gaditanos llegaban a Chamartín con la imperiosa necesidad de sumar puntos en su lucha particular por no descender. Situaciones completamente opuestas que dieron como resultado otro gran partido en Concha Espina.
UNIDAD B PENSANDO EN EL BAYERN Y REGRESO DE COURTOIS
Con LaLiga encarrilada y con el segundo partido de las semifinales de la Champions League ante el Bayern a la vuelta de la esquina, Carlo Ancelotti no quiso arriesgar lo más mínimo y sacó a la unidad B con Dani Carvajal como único titular habitual sobre el césped, con Courtois bajo palos 268 días después, y con Militao y Güler de nuevo en una alineación en la que, además, Carletto dio la oportunidad a futbolistas menos habituales como Fran García, Ceballos o Joselu. Junto a ellos, Nacho, Camavinga, Brahim y Modric completaron el once, y en el banquillo se quedaron grandes estrellas como Vinicius, Bellingham, Valverde, Rodrygo o Kroos.
DOMINIO SIN GOLES EN EL PRIMER TIEMPO
Desde el primer momento, el Real Madrid tuvo el control del encuentro, manejando el balón y acercándose con peligro a la portería rival. Primero con un gran centro de Fran García al que a punto estuvo de llegar Joselu y después con un zurriagazo de Militao desde lejos. Al Cádiz apenas le duraba la pelota y el monólogo blanco era total y absoluto; aunque en el 22', Chris Ramos pudo adelantar a su equipo con un disparo que se fue cerca del poste tras un buen pase de Zaldúa apurando línea de fondo, y en el 32', Nacho frustró una clara ocasión de los visitantes al contragolpe.
En cualquier caso, el dominio de los madridistas en la primera mitad fue notable, puesto que las dos acciones anteriores fue lo único destacable del Cádiz en el primer periodo. Sin embargo, el Real Madrid no fue capaz de transformar ese dominio en goles. No hubo suerte, ni acierto. Pese a la insistencia de Brahim y Güler, los de Ancelotti no lograron convertir sus ocasiones. Ledesma privó del gol a Ceballos tras una serie de rechaces en el área y, en general, los merengues no estuvieron finos a la hora de dar el último pase o de rematar.
COURTOIS SALVA, BRAHIM REMATA
Tras el descanso, Courtois hizo la primera gran parada tras su reaparición. Error de Militao, carrera de Chris Ramos y respuesta sensacional del portero belga en el mano a mano con el delantero rival. Una acción milagrosa que levantó a todo el Santiago Bernabéu, que se puso a corear el nombre del guardameta, y que permitió al Madrid adelantarse en el marcador apenas un minutos después.
En el 51', para romper el empate, Brahim se sacó de la chistera un chicharro tremendo desde la parte izquierda de la frontal, candidato a gol de la jornada. Un disparo directo a la escuadra derecha, imposible para Ledesma. Un auténtico golazo que tanto el jugador malagueño como el banquillo madridista, incluido Ancelotti, celebraron con rabia tras la aciaga primera mitad.
BELLINGHAM AFINA SU PUNTERÍA
Sobrepasada la hora de juego, en el 65', Ancelotti decidió meter a Bellingham en el lugar de Güler, ovacionado por el Bernabéu, y el inglés solo tardó tres minutos en reencontrarse con el gol. Pase de Brahim desde la derecha y buen remate de Jude al primer toque, cerca del área pequeña, para ampliar distancias en el marcador y, ya de paso, afinar su puntería de cara al duelo contra el Bayern. Tras el gol, Carletto también quiso dar minutos a Vinicius, quien entró en el lugar de Brahim, muy aplaudido por el público tras el gol y la asistencia.
El partido ya estaba prácticamente resuelto, y se notó en el juego. En los minutos posteriores, el Real Madrid no buscó con tanta insistencia la portería rival y el Cádiz casi que aceptaba el resultado. Momento que Ancelotti aprovechó para reservar a Camavinga y dar minutos a Valverde. No obstante, en los minutos finales, se empezaron a ver espacios y Vinicius quiso dejar una acción para el recuerdo, con un centro sensacional de rabona, pero Ledesma frustró el gol de Militao, que había ganado bien a su defensor en el salto y que había conectado un buen cabezazo. Al final, fue Joselu, que había buscado el gol con mucha insistencia, el que cerró la goleada merengue rematando a placer en el segundo palo una gran jugada de Nacho.
Victoria de los merengues y a esperar el pinchazo del Barça en Girona para ser campeones de liga. Si los culés ganan en Montilivi, tocará aguantar y ganar el sábado que viene en Granada. Antes, la vuelta de las semifinales de Champions contra el Bayern (miércoles, 21:00 horas), el partido más importante del año. ¡QUÉ NERVIOS!