La renovación de Ancelotti bloqueó la vuelta de Zidane o Mourinho
Carlo Ancelotti está completando una temporada fantástica en el Real Madrid, dadas las circunstancias de las interminables lesiones que se han producido. Con ello dicho, la cúpula blanca ha llegado a un acuerdo con el italiano, hasta 2026, y es que dentro del ckub están muy contentos con su labor, sobre todo por el trabajo realizado con Jude Bellingham. En cualquier caso, porque a la afición le gusta jugar con un baile de entrenadores y jugadores que en su imaginación siempre suena bien, así que, sólo por estas fechas navideñas, vamos a hacerlo.
Claro está que Xabi Alonso es la opción más plausible para la directiva del Real Madrid, aunque, y esto ya es solo opinión, quieren dejarle en Leverkusen un par de temporadas más. Asimismo, si Ancelotti no siguiera a final de temporada pese a la renovación, una de las opciones podría ser Zinédine Zidane, el apagafuegos de los blancos, o José Mario Dos Santos Mourinho Félix, a quien Florentino Pérez siempre ha tenido en alta estima.
EL FRANCÉS, ¿POR QUÉ NO?
Zidane siempre gusta a la directiva, y el francés parece que solo querría entrenar al Real Madrid, el equipo de su vida. Amante de desarrollar a los jóvenes, así como un técnico que conoce la casa a la perfección, sería, seguramente, la mejor opción, pues conoce a la inmensa mayoría de la plantilla. De hecho, sería un aspecto muy positivo para Bellingham, pues el francés es su ídolo, y ser entrenado por él sería la oportunidad que siempre ha querido. Y no menos importante... su gen ganador es ideal para el club.
LA SEGUNDA VENIDA DEL PORTUGUÉS
Mourinho es la otra opción, más imposible, a decir verdad. Más en el imaginario colectivo, el portugués es un viejo anhelo de muchos aficionados por un título que le falta en su cuenta particular con el Real Madrid: la UEFA Champions League. Tres semifinales y tres derrotas, en una contra el 'Negreira & Erzik Team', y en las dos restantes frente a Bayern Munich y Borussia Dortmund. En la segunda fuimos el mejor equipo del mundo, pero caímos derrotados en penaltis. La crueldad inmerecida sumió a los blancos, aunque el resto de años fueron completamente históricos. Por ello, y solo por ese pequeño aspecto, sería bonito ver al portugués levantar el trofeo que le queda.