Otra pesadilla para el Manchester City: lesión, tensión hasta el pitido final...

El Manchester City se las prometía felices en la FA Cup. Se enfrentaban al Leyton Orient, rival de la tercera división inglesa. Sobre el papel, los de Pep Guardiola eran grandísimos favoritos, pero la mala racha obligaba a pisar el acelerador desde el primer minuto. El entrenador catalán, consciente del duelo contra el Real Madrid, alineó un once con muchísimas novedades. Jugadores como Bernardo Silva, Akanji, De Bruyne o Foden no fueron titulares. Otros como Haaland o Kovacic ni tan siquiera entraron en la convocatoria para reservarlos antes del Real Madrid.

La alineación, aún así, era más o menos reconocible. Rubén Dias lideró la zaga, y seguramente lo hará también el próximo martes, y otros como Gündogan, Savinho, Grealish o Marmoush partieron de inicio. También lo hizo el último fichaje, Nico González, pero tuvo que ser sustituido por lesión a los 22 minutos. Bernardo Silva, que en teoría iba a descansar, ocupó su puesto. Solo cinco minutos antes del cambio, el Leyton Orient se adelantó en el marcador. Pese a los grandes intentos del Manchester City, el resultado llegó al descanso con 1-0 para los locales.

CON MUCHOS APUROS

Pep Guardiola estaba viviendo otra pesadilla en sus propias carnes. Es por eso que introdujo dos cambios al descanso. Entraron Khusanov y Stones por Rúben Dias y Vitor Reis. No estaban teniendo su mejor partido ni mucho menos. A los 10 minutos de empezar la segunda parte el uzbeko puso el 1-1. La sangría era menor, pero el Manchester City pendía de un hilo muy fino.

Los citizens mostraron su enorme superioridad, pero no se reflejaba en el marcador. A falta de 20 minutos, Guardiola no tuvo más remedio que 'tirar' de Kevin De Bruyne y de Phil Foden. Tenían que descansar, pero las exigencias del partido eran mayúsculas. El belga puso el 1-2 en el electrónico tras una asistencia de Jack Grealish.