Real Madrid 96-91 Barcelona: victoria necesaria para pelear por el Play-In

Primeras posesiones de este clásico de Euroliga con varios fallos por parte de ambos conjuntos, aunque con un Real Madrid que inició el encuentro con la premisa clara: balones interiores a Edy Tavares. Tras esto, entre Dzanan Musa fue el encargado de la ofensiva madridista, mientras que en el Barcelona, Justin Anderson y Tomas Satoransky llevaron la batuta en el exterior. Eso sí, la contienda se igualó por la ausencia de ideas en cada posesión, y no tanto por los errores en el tiro. De hecho, el nivel de la defensa no fue el mejor en el caso de los blancos, y Chus Mateo ya se preparó para mover el banquillo y sacar a Alberto Abalde, aunque el grave problema no era tanto eso, sino la falta de amenaza exterior en cada lanzamiento de tres. Y así finalizó el primer cuarto, con el equipo culé siendo superior gracias al acierto.

El segundo cuarto no cambió mucho la dinámica en este inicio, con un Real Madrid encomendándose a Mario Hezonja como principal generador de puntos, y un equipo arbitral dispuesto a dar auténtica vergüenza ajena en el uso del instant replay. Asimismo, el quinteto propuesto por Chus fue muy físico y más versátil en todas las facetas, lo que impidió a los visitantes sumar puntos tan sencillos como en el primer periodo, a la vez que la ofensiva mejoró ostensiblemente en la limpieza. El croata, con un cierre del rebote espectacular y dos acciones de ataque muy positivas, permitió a los blancos ponerse por delante, aunque la anotación, a nivel general, fue muy pobre. Entró Serge Ibaka por un buen Bruno Fernando, y pronto se hizo notar en lo más profundo de la zona, ya que el quinteto del Barcelona careció de pivot, con un Chimezie Metu completamente superado por los interiores madridistas, aunque ahí se quedó hasta el descanso, con muchas alternancias en el marcador y sin un dominador claro.

Tras el paso por vestuarios, vuelta a los mismos problemas. Una defensa exterior algo blandita, sumada a una producción en ataque bastante deficiente, hizo que el paso de los minutos fuese lento y con mucho desatino, aunque llegó Abalde con un triple más tiro adicional para ponerle salsa al partido y darle la ventaja a los suyos. Duró poco, y es que solo la Campazzodependencia permitió al Real Madrid luchar en cada posesión. Y si bien la zona no se atacó mucho en este tercer cuarto, la presencia de Tavares intimidó por completo a los culés, y ningún elemento pudo pararlo, como al escolta gallego, que anotó dos lanzamientos exteriores para levantar al Movistar Arena y hundir al Barcelona. Se unió a la fiesta Hezonja, que no se cortó desde el 6'75 en un contraataque para, prácticamente, cerrar este periodo tan positivo.

Los últimos diez minutos no pudieron empezar de mejor manera, ya que Sergio Llull tuvo tres tiros libres tras una falta cometida por Jabari Parker, con todos ellos anotados. Y se sucedieron las buenas acciones, ya que el Barcelona perdió un balón y Abalde aprovechó para sacar una bandeja al contraataque y no dejar de perder el ritmo al encuentro. Con todo ello, los blancos volvieron a mostrar signos de debilidad en defensa, ya que Bruno Fernando no estuvo especialmente acertado en este sentido, y las desconexiones blancas sin Campazzo se notaron todavía más. Tuvo que volver a cancha el argentino para mover al equipo, aunque en el apartado anotador no hubo ninguna buena noticia para los madridistas, que fallaron todos y cada uno de sus lanzamientos. De nuevo, como si los fantasmas del pasado volviesen a resurgir, los de Chus Mateo perdieron toda ventaja acumulada, y dejó el partido empatado, aunque el base argentino desarboló una vez más la defensa blaugrana con una entrada mágica a canasta. La victoria, eso sí, se la llevó el Real Madrid, sufriendo otra vez para cerrar una contienda que estaba ganada tiempo atrás.