Mbappé y Oblak dejan LaLiga como estaba: la crónica del derbi

El Santiago Bernabéu acogía este sábado un nuevo derbi entre Real Madrid y Atlético bajo una enorme expectación y una máxima rivalidad. Después de una semana muy agitada con el comunicado del club blanco contra el estamento arbitral y las burlas de los rojiblancos en forma de tuits, ambos equipos se daban cita en una jornada trascendental en la lucha por el liderato de LaLiga. Hasta antes del pitido inicial, solo un punto separaba a madridistas y colchoneros, lo que añadía aún más picante a un duelo siempre caliente.

Con el objetivo de aumentar la ventaja sobre el Atleti, y condicionado por las bajas en la zaga (Alaba, Rüdiger, Carvajal y Militao), Carlo Ancelotti armó una defensa con Asencio y Tchouaméni como pareja de centrales, y con Lucas Vázquez y Fran García como laterales; además de Courtois en la portería. El carrilero manchego fue la gran sorpresa de un once bastante reconocible de medio campo para delante con Valverde y Ceballos como organizadores, Bellingham en la mediapunta, Vinicius y Rodrygo en las bandas, y Mbappé de nueve. Por su parte, Simeone, al asalto del liderato, confió en una alineación que conformaron Oblak; Marcos Llorente, José María Giménez, Lenglet, Javi Galán; Giuliano Simeone, De Paul, Barrios, Samu Lino; Julián Álvarez y Antoine Griezmann.

NUEVA POLÉMICA ARBITRAL CON PENALTI DE TCHOUAMÉNI

El derbi dio comienzo después de un caluroso y multitudinario recibimiento de la afición al autobús del Real Madrid y de un emotivo homenaje a Marcelo, que el pasado jueves anunció su retirada y que hoy, acompañado de sus hijos, ha sentido todo el cariño del madridismo al tiempo que recibía una camiseta firmada por toda la plantilla. Los primeros minutos fueron de tanteo, con muchas imprecisiones en ambos equipos a la hora de acercar el balón al área. Un disparo cruzado de Samu Lino desde la frontal fue lo único mínimamente inquietante en un primer cuarto de hora bastante tranquilo. El control de la pelota era de un conjunto blanco que, sin embargo, no encontraba la forma de generar peligro. Solo un disparo de Vinicius desde la media luna que se marchó algo desviado y un pequeño barullo en el punto de penalti del área visitante desató el 'uy' antes de la media hora de juego.

Lo que sí se desató, justo en el 31', fue la polémica. Centro de Javi Galán, intento de Tchouaméni de cortarlo y ligero pisotón del francés a Samu Lino que no vio Soto Grado, pero sí De Burgos Bengoetxea desde el VAR. Este llamó al árbitro de campo, quien, tras ver la jugada en el monitor, indicó una pena máxima que transformaría Julián Álvarez, a lo Panenka, para adelantar a los colchoneros. Acción que provocó un enfado tremendo en la afición merengue con pitos y gritos de "¡Corrupción, en la Federación!". Además, no hubo reacción por parte del equipo madridista, incapaz de poner en aprietos al Atleti (cero tiros a puerta en todo el primer tiempo), y el derbi se fue al descanso con más pitos para el colegiado y también alguno que otro para los jugadores.

MBAPPÉ Y OBLAK DEJAN LALIGA COMO ESTABA

Ya en la segunda parte, el rumbo del encuentro cambió, gracias a Rodrygo. Primero le sacó una tarjeta a Javi Galán, quien tuvo que pararlo porque se iba solo por la derecha, y después volvió loco nuevamente al lateral rojiblanco para poner un centro raso al área pequeña del que no pudo aprovecharse Bellingham, pero sí Mbappé tras un rechace para empatar el derbi y hacer su 22º gol esta temporada en el minuto 50. El Bernabéu se vino abajo y el Real Madrid empezó a apretar, alentando por su público. Tanto que, apenas dos minutos después, Jude envió un balón al larguero tras cabecear en plancha un buen centro de Vinicius desde la izquierda.

Momento de acoso por parte de los madridistas que lograron sofocar los visitantes; de hecho, Giuliano tuvo una oportunidad en buena posición, pero su disparo fue muy blandito. Superada la hora de juego, Simeone decidió hacer un triple cambio y quitó a Giuliano, Javi Galán y Samu Lino por Reinildo, Koke y Nahuel Molina. La idea del Atleti no varió: aguantar atrás y salir a la contra, pero el Real Madrid replegaba bien conseguía frenar a tiempo los pocos ataques del rival. Por su parte, el conjunto blanco mantenía la iniciativa con buenas jugadas como un disparo duro de Rodrygo que repelió bien Oblak y otra gran acción de Vinicius que terminó con otro paradón del arquero esloveno, quien, además, recibió fuego amigo después de un centro que desvió un defensa y que, de no ser por el portero, que sacó una mano milagrosa, hubiera sido gol.

Llegados al 75', Simeone metió más dinamita sacando del campo a De Paul por Correa. Y cinco minutos después, al tiempo que 'El Cholo' agotaba los cambios (Julián Álvarez por Sorloth), Ancelotti se decidió al fin a mover el banquillo sustituyendo a Ceballos y Lucas Vázquez por Modric y Camavinga (Valverde pasó al lateral derecho). En el tramo final, Carletto introdujo en el verde a Brahim por Rodrygo para intentar levantar un partido que había decaído en intensidad, pero el resultado no se movió. Y eso que Mbappé tuvo una buena ocasión casi en el 90', pero se topó una vez más con Oblak, muy exigido y acertado a la vez en la segunda mitad. Con este empate, la diferencia entre ambos clubes seguirá siendo de un punto en la pugna por el liderato. Eso sí, de ganar mañana en Sevilla, el Barça puede ponerse a uno del Atleti y a dos del Real Madrid. LaLiga, al rojo vivo.

La próxima cita de los madridistas será en Champions frente al Manchester City (martes, 21:00 horas; ida de los dieciseisavos de final) en el Etihad Stadium.