Kroos sale al rescate de Alemania para acceder a los octavos de la Eurocopa

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La favorita después de la primera jornada no era otra que la Alemania de Toni Kroos. En su debut europeo no solo derrotaron sino que golearon por 5-1 a Escocia. Wirtz y Musiala fueron las notas más positivas del equipo, pero la nota general fue muy buena en el combinado de Nagelsmann. De hecho, el seleccionador no dudó en alinear al mismo XI de la primera jornada: Neuer; Kimmich, Rüdiger, Tah, Mittelstadt; Andrich, Kroos; Musiala, Gündogan, Wirtz; Havertz.

Antonio Rüdiger y Toni Kroos, como era de esperar, fueron los jugadores del Real Madrid presentes sobre el terreno de juego desde el pitido inicial.

HUNGRÍA PLANTÓ CARA

Los visitantes en el día de hoy, de blanco, salieron bastante respondones ante la anfitriona del campeonato. Desde el primer minuto, los de Szoboszlai pusieron más intensidad que los alemanes. No solo eso, sino que además tuvieron grandes ocasiones de peligro para ponerse 0-1 a las primeras de cambio.

Poco a poco, los alemanes se hicieron con el dominio del partido. A los 21 minutos de encuentro Jamal Musiala adelantó a los suyos tras una gran acción de Ilkay Gündogan. El futbolista del FC Barcelona presionó hasta la saciedad a Orban, central húngaro, para robar el balón y regalarle el tanto al jugador del Bayern Múnich para poner el 1-0. Pese al mazazo del tanto, Hungría no solo se mantenía en pie, sino que seguía buscando la portería defendida por Manuel Neuer.

UNA SEGUNDA PARTE SIMILAR 

Hungría no se vino abajo ni tan siquiera en el descanso. El paso por los vestuarios les sirvió para estar más convencidos incluso en su idea: había que seguir atacando a Alemania. Estuvieron a punto de poner el empate en el marcador, pero sus ocasiones se topaban con la defensa germana, con Manuel Neuer o simplemente se marchaban rozando la madera.

Kroos hacía crecer a su selección. De él partía todo el peligro alemán, de hecho, de un gran pase suyo a la banda izquierda nació el 2-0, obra de Ilkay Gündogan. Después del tanto, la tensión competitiva de ambos equipos cayó hasta situar el partido en un escenario propicio para el pitido final. Es lo que buscaban ambos conjuntos a pesar de que los húngaros estaban prácticamente eliminados.

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