La camiseta del Real Madrid es blanca y... se manchó de vergüenza
Si Don Santiago Bernabéu levantara la cabeza y presenciara lo que se vivió en el día de ayer en el estadio que lleva su nombre...El batacazo que sufrió el Real Madrid en el día de ayer fue histórico. Por la imagen de un equipo desbocado, desubicado en el campo comenzando por la defensa y terminando por un ataque nulo con Luka Modric en la referencia del ataque. Las decisiones de Carlo Ancelotti erróneas tal y como él mismo diría después en rueda de prensa: "Ha sido mi culpa". Un espectáculo dantesco que celebró un Fútbol Club Barcelona que resurge poco a poco de sus cenizas.
Todo fue mal en el día de ayer. Ancelotti, que parecía abonado al 4-3-3 durante toda la temporada, decide experimentar en un clásico: "Quizá hemos salido relajados por la ventaja en la tabla", diría el capitán del partido, Nacho. Ahora se entiende todo. Nunca se puede subestimar a un rival, hay que tenerle respeto, y a ti mismo como club. Pues bien, la baja de Benzema en la delantera causó un cambio del 4-3-3 a un 4-4-2 con Modric en la referencia del ataque. Ancelotti cambió todo por una baja (la de Mendy la suplió Nacho en el lateral izquierdo), y a medida que se sucedían los horrores en el Bernabéu las decisiones desde el banquillo eran más estrepitosas que la anterior. Un cúmulo de infortunios que deja una muy mala imagen del Real Madrid. Además, por el rival al que te enfrentabas.
Uno de los peores Barças del presente siglo que anotó uno tras otro, y pudieron ser más. Ahora, lo peor, hasta dentro de dos semanas no te puedes resarcir del mal resultado. Al menos, quedará tiempo para tomar decisiones de calado y que supongan un punto de inflexión. La apuesta por la cantera debe de llegar ya. Sin más titubeos. Apostar por lo de siempre cansa, y se nota en los propios jugadores. El cambio es ahora. Mañana será tarde.