Hablando de intocables

Si bien la semana pasada tocó evaluar lo que ha sido una temporada catastrófica, e intentando tocar algo de la objetividad, si es que se pudo, hoy toca hablar de otras cosas. No podía ser otra cosa que los intocables del Real Madrid, pero no los de Florentino Pérez, que tiene varios... sino de los que los aficionados proclaman a los cuatro vientos, pues todos tenemos, como es lógico. En mi caso, Fede Valverde y Jude Bellingham son los únicos jugadores de campo que no se pueden ir bajo ningún concepto, y luego hay otras preferencias como Vinicius Jr, ya que es el mejor jugador del mundo sin duda alguna, o Eduardo Camavinga, que tiene un futuro espectacular si un entrenador se dedicase a enseñarle algo.

La verdadera pena es poner el rasgo de "intocable" a un jugador que no ha hecho literalmente nada por el equipo. Y, realmente, en el Real Madrid no hay jugadores de ese calibre. No lo fue Cristiano Ronaldo, el segundo mejor jugador de nuestra historia, ni tampoco Sergio Ramos, otro que hizo auténtica historia. Como debe ser, claro está, no es ni criticable. Desde el punto de vista del aficionado da bastante tristeza, e incluso roza la tragedia emocional, ver como muchos teóricos madridistas ahorran en críticas a diversos señores, solo por gustos personales. Es entendible desde la visión humana, ya que no nos gusta hablar mal de algo que llegamos a querer y aceptamos como nuestro.

Pero este texto no va de eso. Trata sobre ese rasgo de "intocable" que en ciertos momentos hay que ganarse. Sobre todo cuando hablamos de una planificación a corto plazo, o incluso a largo, pues cada jugador es diferente, y a veces hay que tomar decisiones difíciles. Realmente... hubo que tomarlas hace un año, pero en el Real Madrid decidieron prolongar una agonía que ya se veía venir. El madridismo no se merece esto, porque fallar es importante, necesario y aceptable, pero las formas nunca son negociables.

"Solo faltó creérnoslo a nosotros mismos que sí podíamos", ha escrito durante la mañana de jueves Valverde, y no puedo estar más de acuerdo. Aunque cómo criticarte a ti, o incluso a Bellingham, que siempre ponéis el Real Madrid por encima de todo, incluso a vuestro estado físico y seguramente mental. Quizá haga falta la segunda venida del "joselianismo", o quizá mano dura... quién sabe. Lo único que sé es que el pasado verano fue horrible a nivel planificación deportiva, y que el que llega debe sentar bases necesarias. Ah, y que Karim Benzema siempre tuvo razón.