Con Bellingham, con el liderato, pero sin Vinicius: la crónica del Celta - Real Madrid
Tercer partido de la temporada para el Real Madrid de Carlo Ancelotti. Los madridistas se medían a un Celta de Vigo que estaba de celebración. 100 años cumplía en este partido el conjunto celeste y querían brindar una victoria a su afición. Partido con mucha tensión ante la necesidad de los locales de conseguir los primeros tres puntos de la temporada. Por su parte, el cuadro merengue los necesitaba para situarse líder en solitario de la competición.
Estas fueron las alineaciones de ambos equipos:
RC Celta: Villar; Mingueza, Starfelt, Aidoo, Núñez, Cervi; de la Torre, Beltrán, Bamba; Aspas y Larsen.
Real Madrid: Kepa; Carvajal, Rüdiger, Alaba, Fran García; Tchouaméni, Fede Valverde, Camavinga; Jude Bellingham; Rodrygo Goes, Vinicius.
BUSCANDO EL CENTENARIAZO
Empezó el Celta empujando en el partido de su centenario y el Real Madrid volvió a sucumbir en los primeros minutos en un guion muy similar al que se vivió en el choque contra la UD Almería. Y así pasó, apenas tres minutos habían pasado cuando Larsen envió el balón al fondo de la red en un disparo seco desde fuera del área. No obstante, el colegiado, a través del VAR, anuló el gol tras una polémica falta sobre Kepa Arrizabalaga que precedió el disparo, del sueco.
Con el susto en el cuerpo, al Real Madrid le tocaba reaccionar y se fue haciendo dueño del balón con un gran manejo en el centro del campo. Buscaron la verticalidad y la velocidad de un Vinicius que empezó entonado, buscando el dribbling y la línea de fondo para buscar el pase atrás. Un brasileño que dio el susto cerca del cuarto de hora cuando tuvo que abandonar el terreno de juego y recibir un vendaje en su pierna derecha.
VINICIUS KO
Pese a que empezó probándose, las malas noticias llegaron rápidamente. Vinicius volvió a tirarse al suelo completamente lesionado y pidiendo el cambio por un Joselu que sería la referencia ofensiva. Un duro contratiempo para los de Ancelotti que pierden a su gran estrella con una gran falta de efectivos en ataque y a pocos días de cerrar el mercado.
Tras ese gran varapalo, el partido siguió con su tónica, con un Celta competitivo buscando las cosquillas del Real Madrid a balón parado y con un conjunto blanco con el dominio del balón en el centro y esperando verticalidad en la zona ofensiva. No obstante, el cuadro merengue fue sintiéndose cada vez más y más cómodo con el balón.
DOMINIO, PERO OCASIONES A CUENTAGOTAS
El cuadro de Rafa Benítez empezó a defender en bloque bajo intentando tapar espacios, lo que obligó a que el Real Madrid empezase a centrar balones aprovechando la entrada en escena de Joselu y el paso delante de los de Ancelotti. A partir de ese momento, al Celta le costó salir de su campo y tuvieron que recurrir a balones hacia fuera. Un club vigués que empezó a estar sometido ante un conjunto blanco que empezó a buscar los disparos lejanos por medio de Valverde, Tchouaméni o Bellingham. También hubo alguna internada de un Rodrygo que acaparó las internadas y verticalidades ante la ausencia de Vinicius.
La presión alta y tras pérdida empezó a hacerse notar en el esquema de un Real Madrid que empezó a apostar por atacar por la banda derecha ante la ausencia de Vinicus en la izquierda. En esa banda fue precisamente donde llegó una de las ocasiones más claras de la primera mitad a través de un centro envenenado que se marchó desviado rozando el palo de la portería de Iván Villar.
Sí que terminó entrando el balón en la portería el tiro de Joselu pasando el minuto 40 de partido tras un gran balón filtrado entre líneas de Bellingham. Sin embargo, la defensa celeste consiguió situarse muy bien en la línea de fuera de juego dejando al delantero gallego dos metros por detrás de la línea imaginaria, anulándose así el gol.
Inmediatamente llegó la ocasión más clara del partido para el cuadro celeste. Fue a través de un Jonathan Bamba que buscó el tiro colocado y que se marchó pasando cerca de la portería de un Kepa Arrizabalaga que se estiró lo máximo para tapar su meta.
Esa fue la constante en todo el partido. Con un Real Madrid volcado al ataque buscando la portería de Iván Villar y más atrevido a la hora de intentar entrar al área rival, algo que se hizo por juego aéreo y también con los regates de un entonado Rodrygo.
Fue en la segunda mitad, pasada la hora de juego, cuando llegó la ocasión más clara del Real Madrid hasta entonces. Una nueva gran internada de Rodrygo acabó con un balón al corazón del área de forma rasa que Valverde no consiguió colocar a su gusto en un disparo que se marchó muy cerca de la portería defendida por Iván Villar. No obstante, no tardó en llegar la respuesta del Celta en un balón rebotado y perdido por parte de Kroos que no consiguió aprovechar por Larsen.
TOCO ACABA LLEGANDO
Rodrygo fue el que se hizo una jugada en velocidad que acabó en un mano a mano con Iván Villar. El portero celeste terminó derribando al brasileño en una acción que el colegiado dictaminó como penalti. Un lanzamiento desde los once metros que el guardameta cangués terminó atajando al propio dorsal 11 del Real Madrid.
Pero en el 81 llegó el gol del pichichi del Real Madrid, del jugador que no es delantero, pero como si lo fuese. El cuarto gol de la temporada de Jude Bellingham en un córner sacado por Kroos y prolongado por Joselu. Cabezazo del inglés para convertir el primer tanto del partido para el conjunto blanco y la victoria momentánea del cuadro merengue.
Y con esto se acabó el partido. Gracias al gol de Bellingham, el Real Madrid consiguió hacerse con los tres puntos y mantenerse en lo más alto de la clasificación, esta vez en solitario a falta de conocer el resto de resultados de los partidos de la jornada. A partir de ahora, al conjunto blanco le tocará ponerse a pensar en el duelo contra el Getafe del próximo sábado en el Santiago Bernabéu.