La fatiga hace mella en el Real Madrid

He escuchado por ahí después de la última derrota ante el Real Betis que esta tiene mucho que ver con el "aburrimiento" o con la "falta de motivación" de los jugadores del Real Madrid en este tipo de partidos o en competiciones largas como LaLiga. Yo, sinceramente, disiento de esta opinión. No creo que lo ocurrido en el Villamarín y en los últimos encuentros del campeonato doméstico esté ligado con la desgana. Un futbolista siempre quiere ganar, sea el partido que sea, el momento que sea y el rival que sea. Nadie sale al campo a perder o a ver qué pasa.

Aunque también se habla de un posible penalti sobre Rodrygo y no quiero ser repetitivo con el tema de los árbitros, cuya influencia en los últimos resultados ante Osasuna y Espanyol ya ha sido requetecomentada y probada, lo que sí veo en la plantilla merengue es una fatiga considerable. Estamos a primeros de marzo todavía y ya van 43 partidos (27 en los últimos 99 días), una locura. La carga de minutos es impresionante y claro que afecta en una temporada larguísima en la que hay que medir muy bien los esfuerzos; porque sí, esta derrota tiene remedio y quizá una el próximo martes en el Bernabéu no.

Brahim acabó con molestias, Mbappé terminó fatigado después de no haber entrenado todos los días de la semana pasada... ¡Hasta Valverde se ha lesionado! La mejor versión del Real Madrid en Sevilla se observó en los primeros 15 minutos, y no es casualidad. Después, el equipo perdió fuelle y el control del juego. Se defendió mal, se perdió el dominio en el medio campo y la delantera generó muy pocos problemas al portero rival. No hubo forma de levantar un partido en el que, en cuanto las fuerzas flaquearon, reinó el caos y el desorden. Fue un quiero y no puedo. Y cuando las cosas van mal y las piernas apenas responden... las ideas se desvanecen. Claro que habría ganas de remontar y de llevarse los tres puntos, pero jugar cada 3-4 días tiene un coste muy elevado.