Se veía venir
FRACASO. Esa es la palabra que define la actuación de la selección española en el Mundial de Catar. Y ese FRACASO se veía venir con un equipo sin líderes y con solo un referente ofensivo, con un entrenador más pendiente de generar discordia que de sus jugadores y de corregir los errores, y con un estilo de juego totalmente caduco. Algunos pensarán que con la goleada a Costa Rica parecía que íbamos a ganar el torneo, ¿pero nadie se acuerda ya del amistoso contra Jordania? Un partido plomizo, rancio, que no hizo presagiar nada bueno.
El duelo frente a los ticos fue espléndido, de eso no hay duda, y en él se pudo comprobar que el tiki-taka con velocidad y verticalidad puede ser una magnífica estrategia. Pero todos los rivales en un Mundial no son como Costa Rica, ni todos los partidos son iguales. Otros equipos, mejor armados defensivamente, te hacen más complicado el juego entre líneas, el acercarse al área... Y para ello, siempre hay que tener un plan b. Un buen entrenador, debería tenerlo.
Yo recuerdo que con Del Bosque, por ejemplo, cuando el tiki-taka no fluía, estaba Fernando Llorente en el banquillo para meterle balones y jugar a otro fútbol. Eso con Luis Enrique no podía pasar. No había ni futbolistas, ni intención para jugar de otra manera. Por más que te des cabezazos contra un muro, no lo vas a romper; habrá que buscar otra forma de romperlo. Y por más toques que se den de lado a lado ante un equipo bien armado atrás que no te deja meter la pelota entre líneas, no vas a hacerle gol (¡cuando más cerca estuvo de marcar fue después de un centro!).
España ayer necesitaba otro fútbol que no podía ejercer porque no tenía jugadores para ello. Necesitaba mirar más hacia la portería marroquí con más tiros exteriores, más centros, otro nueve, más velocidad, más desborde, mayor calidad individual (que al fin y al cabo es lo que desatasca este tipo de encuentros)... En el banquillo no había opciones, sino más de lo mismo que estaba fracasando sobre el césped. Y Luis Enrique estaba avisado (la segunda parte vs. Alemania, partido vs.Japón), pero se empeñó en no hacer autocrítica porque nadie sabe más que él y todo son tópicos, y en seguir dándose cabezazos contra el muro hasta que acabó rompiéndose la cabeza, como se veía venir. FRACASO.