París pesó más
Antes del derbi, la afición del Real Madrid ya sabía que Carlo Ancelotti haría rotaciones y que, teniendo en cuenta que LaLiga ya está ganada y que la remontada ante el Manchester City supuso un enorme desgaste, el equipo no le daría al partido toda la importancia y toda la intensidad necesaria. "La prioridad era evitar problemas", reconoció Carletto en rueda de prensa. Algo previsible y entendible.
Sin embargo, siempre hay ganas de ganar a uno de tus máximo rivales. Y más si no te hacen el pasillo, poniendo excusas absurdas, y si ganándoles, podías poner en riesgo su participación en la próxima edición de la Champions League. La afición madridista estaba ilusionada con esa idea de vencer al Atleti, y encima con los suplentes, y complicarles el cuarto puesto. Pero en la cabeza del Real Madrid, sobre todo en la primera parte, la final de París pesó más que el derbi. Y aunque nos hacía mucha ilusión meter esa cornada al Atlético y mantener la imbatibilidad en el Wanda Metropolitano, "no podíamos pedir mucho más", como dijo también Ancelotti.
La prioridad es la que es (la final de Champions) y el objetivo principal es llegar con todo el equipo disponible y al 100%. Estas jornadas que quedan son un trámite, partidos de entrenamiento para llegar a París en el mejor estado de forma posible y para no poder ritmo de competición. Así que, tranquilos, madridistas; se nos van a hacer muy largos estos días, pero la cita del 28 de mayo pesa más.