La cacería de nunca acabar
Vinicius volvió a ser una piñata para los rivales el jueves en el partido que enfrentó al Real Madrid con el Valencia. Hay orquestada una campaña de odio contra el brasileño y la última prueba que lo demuestra llegó en el encuentro contra los ché. Ya con el resultado de 2-0, Gabriel Paulista propinó una patada vergonzosa al '20' madridista sin posibilidad de disputar el balón y con la única intención de lesionar al 'crack' del conjunto blanco.
Este es el resultado de la vergonzosa campaña que tanto los medios de comunicación como los rivales se han encargado de alimentar. Jugadores como Raíllo o Pablo Maffeo se ganan su minuto de gloria atizando a Vinicius y señalándolo públicamente, pero lo más triste de todo es que el antimadridismo (que hay mucho, por desgracia) compra ese mensaje.
HOLA, TEBAS
No cabe duda que se nos está quedando una Liga de carniceros en el que se premia más al que pega que al que da espectáculo. Ni siquiera Neymar tuvo que soportar todo lo que le está cayendo a un Vinicius cuyo único pecado, como he dicho en varias ocasiones, es vestir la camiseta del Real Madrid. Qué casualidad que cuando el conjunto blanco sale por Europa, nunca hay ningún problema con el brasileño.