¡Final! La Francia de Mbappé y de Tchouaméni ya está en cuartos de final
Se medían en Dusseldorf dos de las selecciones más temidas antes de dar comienzo a la Eurocopa. Francia, la gran favorita junto con Inglaterra, frente a la Bélgica de Kevin De Bruyne. El gran protagonista, como no, apuntaba a ser Kylian Mbappé, que hoy jugaba su primer partido bajo contrato del Real Madrid.
Las alineaciones de ambas selecciones prometían un duelo de alto voltaje desde el primer minuto:
Francia: Maignan; Koundé, Upamecano, Saliba, Theo Hernández; Kanté, Tchouaméni, Rabiot, Griezmann; Mbappé, Thuram.
Bélgica: Casteels; Castagne, Faes, Vertonghen, Theate; Carrasco, De Bruyne, Onana, Doku; Openda, Lukaku.
Desde el primer minuto intentó demostrar Francia su superioridad en las apuestas. Llamaba la atención la nueva y, a priori, más cómoda máscara de Mbappé. Se adaptaba perfectamente a su rostro y no parecía tan rudimentaria como la primera. ¿Le iba a permitir brillar más? Eso solo lo íbamos a comprobar más adelante.
DOMINIO INICIAL
La posesión era de los franceses, pero no inquitaban a Casteels en ningún momento. Pasaban, pasaban, pasaban y así hasta aburrir a sus aficionados en las grandes. Eso sí, cada vez que Mbappé se hacía con el balón se escuchaba un murmullo en la grada. Los belgas fiaban todo al bloque compacto y a los balones controlados por Romelu Lukaku en su parcela ofensiva.
El que estaba haciendo un grandísimo partido era Aurélien Tchouaméni, tanto con balón como sin él. Demuestra que está capacitado para llevar la manija en una competición tan importante como esta. Se llegó al descanso sin muchos sobresaltos y con la esperanza de ver unos segundos 45 minutos bastante mejores.
FRANCIA Y SUS IMPULSOS
Los de Deschamps salieron a la segunda mitad con una marcha más. Thuram tuvo dos nada más comenzar, pero se marcharon ligeramente desviadas. Mbappé replicó por partida doble dos ocasiones. La primera fue marca de la casa: diagonal hacia la frontal y golpeo seco y potente. Se marchó desviada por muy poco. Segundos más tarde tuvo una gran ocasión en sus botas, pero no logró conectar bien el balón con su bota derecha. Estaba impreciso, pero presente.
Bélgica se veía con opciones y Lukaku quería ser el héroe. Un potente chutazo suyo exigió a Maignan una gran parada, la primera importante del partido... pero no la última. Evidentemente, Mbappé no se lo tomó nada bien, de ahí que después intentase batir a Casteels con un misil tierra-aire. También se marchó desviado.
A falta de cinco minutos para el final, Randal Kolo Muani puso el 1-0 en el marcador tras un disparo que acabó entrando en la portería belga tras un rechace. En ese momento acabó todo para Bélgica. Mbappé accedía a sus primeros cuartos de final de una Eurocopa.