ANÁLISIS BD - Un gallito inesperado aprovechará las dudas para discutir el liderato

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Nadie esperaba a estas alturas de LaLiga a un segundo clasificado bajo la denominación de Granada Club de Fútbol. El conjunto andaluz, ya despojado del mandato de los Pozzo después de siete años, fue adquirido en 2016 por el empresario chino Jiang Lizhang, quien también es copropietario de los Minnesota Timberwolves de la NBA. 

Después de finalizar como farolillo rojo la 2016/17, el combinado nazarí descendió a Segunda División tras media docena de campañas codeándose con la trupé más elitista del fútbol español. Sin embargo, la aventura en la división de plata fue efímera. Dos años después, con un décimo puesto mediante, el Granada se erigió como el primero de los mortales y consiguió junto a Osasuna el billete que le otorgaba el ascenso directo de vuelta a Primera. 84 largos partidos después, la ciudad de la Alhambra volvía junto a los grandes. Como todo recién doctorado, tuvieron que atravesar un verano de remodelación con excesivas salidas y fichajes. En el capítulo de bajas destacó la pérdida del cedido Alejandro Pozo, quien cortesía del Sevilla disputó una treintena de partidos en las filas de los rojiblancos. Entre las caras nuevas, profusas e ilusionantes: el central Domingos Duarte procedente del Sporting CP, un histórico como Soldado desde el fútbol turco, el vertiginoso Darwin Machis o Yangel Herrera, viejo conocido de LaLiga tras su paso por el Huesca, son algunos ejemplos de lo mucho y bien que se ha reforzado el recién llegado. Se trata de un equipo que ha sabido velar por el equilibrio idóneo entre dar continuidad a lo que funciona y acometer adquisiciones de gran interés, fórmula casi siempre idónea para no ser vacilante a la hora de cumplir con los objetivos. Jugadores como el guardameta Rui Silva, el mediocentro Montoro o Antonio Puertas son indiscutibles en el once y claves en el excelso momento de forma del equipo, pero no son los únicos de los que dispuso Diego Martínez durante el año pasado: también Víctor Díaz, Germán, Fede Vico o Vadillo, claves en el retorno granadino. 

Si el Real Madrid sufrió ante el Brujas, a buen seguro el Granada le someterá a unas preguntas similares. Son duda dos hombres de posiciones sensibles como el arco y la punta de lanza (Rui Silva y Soldado), que de no llegar a buen seguro serán suplidos por Aarón Escandell y Carlos Fernández, a no ser que que el vigués decida reforzar la medular dando entrada a un hombre contrastado como Gonalons. Con su 4-2-3-1 habitual, el equipo sabe bien a lo que juega con una garantía bajo palos, una zaga sólida, un doble pivote consistente y una zona de tres medias puntas de lo más interesante a nivel ofensivo, con el complemento arriba de un hombre al que le sobran las presentaciones como es Soldado. Si los Diatta, Dennis y Tau ocasionaron auténticos boquetes en la defensa del Real Madrid, jugadores del dinamismo, verticalidad y solvencia de Darwin Machis, Azeez y Antonio Puertas (uno de los jugadores del campeonato hasta el momento) pueden representar la misma pesadilla en Chamartín, sobre todo aprovechando la inconsistencia que pueda generarse en el lateral izquierdo, quien a todas luces será Militao ante las indisposiciones de Mendy, Nacho y Marcelo.

14 puntos en 7 envites delatan a un equipo que aterrizará en Madrid rebosante de optimismo. A solo un punto del Madrid, con 13 goles a favor y solo 6 concedidos poseen una diferencia de un tanto superior a los de Zidane (12 y 6). Solo les han perforado la meta en tres partidos y para el recuerdo ya queda el repaso al F.C. Barcelona en el Nuevo Los Cármenes, con un 2-0 resultante de maniatar a un rival absolutamente desconocido. Mañana en Madrid, un nuevo reto para un grupo que no tiene techo.