Real Madrid 73-71 FC Barcelona: los blancos tumban a un Barça con ocho en pista
¡Final en el WiZink Center! Después de encadenar varios partidos con una buena dinámica y resultados, a pesar del bache liguero frente a Valencia Basket, y viniendo de vencer en Alemania a Alba Berlín, el Real Madrid de baloncesto volvió al Palacio para enfrentarse al Barça en el Clásico de Liga Endesa.
El Real Madrid comenzó el partido con mucha energía, impulsado por un Palacio abarrotado y el ambiente de las grandes noches, mostrando fluidez en el movimiento de balón y velocidad en las transiciones gracias a un incisivo Campazzo. Aunque el argentino rápidamente se cargó con dos faltas por un arbitraje permisivo con los contactos defensivos del Barça, pero no al revés. Los blancos, sin un jugador que destacase por encima del resto, cerraron un primer cuarto coral, en el que destacó el perímetro, con un triple sobre la bocina de Abalde y una ventaja de +6, aprovechando el desorden y nerviosismo del conjunto azulgrana, con Joan Peñarroya desquiciado desde el banquillo y protestando continuamente, reflejo de un Barça superado y lejos de su mejor versión.
El segundo cuarto comenzó con un parcial de 3-6 para el Barça en cuatro minutos, lo que obligó a Chus Mateo a parar el partido para ajustar un ataque más espeso, con un Andrés Feliz al mando pero errático en la circulación y en los tiros. Los culés aprovecharon la situación para ponerse por delante, y los problemas de faltas del Facu forzaron al técnico blanco a tirar de imaginación, colocando a Deck por Feliz y a Llull como base. Aunque la fluidez no mejoró demasiado, la energía de Deck ayudó a cortar la sangría, mientras un tapón de Tavares y un gran triple de Hezonja tras una contra liderada por Llull devolvieron el mando al Madrid, con los árbitros manteniendo su permisividad ante las continuas protestas de Peñarroya. La película de siempre.
Tras el descanso, la vuelta de Campazzo dio fluidez al juego del Madrid de nuevo, que amplió la distancia en el marcador. Sin embargo, los árbitros entraron en escena, cargando a Rathan-Mayes con tres faltas en menos de un minuto y permitiendo contactos y protestas constantes del Barça. Aun así, los blancos mantuvieron su gran nivel defensivo y siguieron fluyendo en ataque. La mala noticia llegó con la lesión de Deck, que se hizo daño al caer tras un mate espectacular. En el Barça, solo Jabari Parker, en la anotación, y Satoransky mantuvieron al equipo a base de fogonazos y tiros forzados. Con el partido en una dinámica de tira y afloja, Hezonja, Musa, Campazzo y Tavares brillaron con jugadas decisivas, destacando un mate descomunal de 'SúperMario' que hizo estallar al Palacio.
Al último cuarto, el Madrid entró 6 puntos arriba, que podrían haber sido más si el acierto exterior no hubiera caído en el tercer asalto. Y con un Barça errático, los árbitros acudieron al rescate señalando dos faltas inexistentes de Garuba sobre un Juan Núñez desaparecido y un Willy Hernangómez que tampoco tuvo apenas impacto. Pero ahí apareció Llull, como casi siempre, para anotar un triple clave y sobreponerse a un Barça que jugó con ocho en pista. De hecho, tras esa canasta, los colegiados pitaron la tercera a Llull y una falta más para poner al Madrid al borde del bonus. Sin embargo, el Madrid siguió compitiendo igual, aunque cuando tuvo la oportunidad de romper definitivamente el partido, volvió a aparecer la falta de acierto desde el perímetro.
El Barça empató el partido con dos triples consecutivos a falta de cinco minutos para el final. De nuevo, los culés parecían jugar con ocho en pista, porque la permisividad arbitral con las defensas a Tavares rozaba lo inexplicable. La primera técnica, cómo no, fue para el Madrid, mientras Peñarroya continuaba con sus quejas constantes sin recibir castigo alguno. Todo esto sumado a un desfile de faltas inexistentes que llevaron al Barça una y otra vez a la línea de tiros libres. Un arbitraje dantesco.
Pero, a pesar de todo, el Real Madrid, con una mentalidad de hierro, siguió remando, de nuevo con Musa, Campazzo y Hezonja tirando del equipo. Y con un Palacio completamente encendido llevando en volandas a los suyos, los blancos se llevaron la victoria con una gran defensa en la última posesión. Contra todo y contra todos.
El próximo partido del Real Madrid de baloncesto será el próximo viernes 3 de enero ante el Bayern Münich, a las 20:45 horas, en Euroliga.