FINAL | Estrella Roja 59-79 Real Madrid: Tavares se viste de MVP para conseguir la victoria
¡Final en Belgrado! El Real Madrid compitió un partido extremadamente complicado en Belgrado ante un compativo Estrella Roja, que se puso por delante durante el tercer cuarto gracias a un gran Petrusev. En cualquier caso, los blancos desconectaron por completo en el segundo cuarto tras realizar un gran parcial (17-31), y que, con la entrada de Sergio Llull, el Chacho y Musa, empeoraron en defensa por motivos obvios. Tavares, Cornelie y el bosnio fueron los más destacados de los visitantes, que desarbolaron por completo el sistema propuesto por Dusko Ivanovic, con Nedovic como figura clave. Los madridistas ganaron, pero de forma muy intermitente, y las sensaciones son malas pese a la victoria, ya que las rotaciones desde el banco fueron deficientes durante gran parte del encuentro, y la ofensiva solo funcionó en el último cuarto.
El primer cuarto comenzó con balón para los blancos, que salieron con un quinteto muy defensivo para cerrar las líneas de pase de los serbios, además de para realizar posibles intercambios en cada bloqueo. La ofensiva fue muy clara, limpiando la zona para que Yabusele castigara con el tiro exterior, que sí consiguió, y también cargando el poste bajo para que Tavares anotara en los emparejamientos desfavorables. El caboverdiano ya impuso su ley en defensa, con un gran tapón a Mitrovic que, en la siguiente posesión, realizó una bomba a cinco metros por miedo a otra chapa del madridista. Musa entró a cancha para dar un aire nuevo a las posesiones, por un Causeur que no entró nada bien en los esquemas, y la primera que tocó convirtió un contraataque lanzado por una gran defensa de Abalde, que le tocó defender a Nedovic, que ya castigaba usando los bloqueos con triples liberados y punteados. Como no podía ser de otra manera, el encuentro se ralentizó durante varios minutos sin que ninguno equipo anotara de jugada, mientras que Chus Mateo ya movía el banquillo sin sentar a Goss, el mejor de los visitantes, que castigaba a los exteriores locales sin darles oportunidad de defenderle al entrar a la zona. El arreón final de este parcial fue obra de Musa desde el tiro libre y una bandeja, pero también de Cornelie, que siempre entra caliente desde las esquinas, anotando un triple muy rápido para romper la zona serbia.
El segundo asalto empezó con problemas para los blancos en la defensa, ya con Llull y Poirier en cancha, aunque ahora se sumaba el Chacho Rodríguez, que sumaba una amenaza exterior más, y ya anotó un triple tras rebote ofensivo de Cornelie, que brindaba mucha energía en ambas zonas. El canario movió a los suyos de una forma excelente, y se tradujo en la ventaja máxima en el partido, con un muy buen ataque, aunque en algunas situaciones se mostraba poco efectivo, ya que faltaba decisión en la ejecución. Nedovic era lo único salvable en el Estrella Roja, sumando ya 14 puntos en su haber con un 4 de 4 en triples, y es que la defensa exterior planteada por Chus Mateo era inexistente, pues su rotación en la zona exterior ignoró por completo a Hezonja, juntando a tres jugadores cuyo peor atributo era este mismo. Yabusele estaba jugando un encuentro casi perfecto en ataque, decidiendo de la mejor forma posible en cada posesión, y eso se tradujo en un parcial positivo para los suyos, ya que los serbios consiguieron recortar la distancia poco a poco. Los blancos funcionaron mejor con una rotación corta, pero los cambios y emparejamientos propuestos desde el banco fueron completamente carentes de sentido, y Petrusev fue el verdugo en este final de cuarto, con buenas lecturas de juego y su equipo a solamente cuatro puntos.
Tras el paso por vestuarios, el Real Madrid siguió empanado en defensa y un Estrella Roja que ya empató el encuentro, y de forma clara, ya que Causeur se volvió a perder en los bloqueos y nadie pudo parar a Nedovic, siempre en racha contra los blancos. Con los locales ya por delante, Chus Mateo no tenía ninguna idea disponible, y aun pidiendo el tiempo muerto, lo dibujado en la pizarra tampoco funcionó, y es que el equipo estaba completamente perdido en ambos lados de la cancha. De hecho, otra decisión controvertida se encontraba en la salida de Goss del campo, siendo el mejor en defensa y quien secó al máximo anotador servio, para sacar al Chacho, algo que tampoco sirvió para encontrar soluciones continuas, sino que las individualidades de Musa y Tavares volvieron a decidir. La bosniodependencia era bastante clara, y tampoco nueva, porque lleva siendo así toda la temporada, y eso era un auténtico problema, ya que el juego en equipo era inexistente, y es que en este tercer cuarto, entre el caboverdiano, el balcánico y Cornelie, que estaba muy activo en ataque y defensa, fueron las figuras más destacadas.
Los últimos diez minutos empezaron igual de fríos que los dos cuartos anteriores, con una defensa buena, pero un ataque inexistente que solo Musa y Tavares podían acelerar. De hecho, el caboverdiano volvió a crear pesadillas a Petrusev y a Kuzmic, sacando un 2+1 bastante importante a falta de siete minutos para el final, y es que el pívot no solo atacaba la zona, sino que también robaba balones en la defensa y realizaba tapones espectaculares, completamente decisivo. El bosnio cerraba prácticamente el partido con un triple importantísimo, aunque aun faltaba finiquitarlo por completo con buenas defensas, algo que con Hanga se estaba convirtiendo a la perfección. Faltando apenas tres minutos, los de Chus Mateo tenían el encuentro dominado en ataque, con un Estrella Roja completamente KO, sin apenas recursos más que las genialidades de Nedovic tras algún bloqueo, o de Markovic, que en la ofensiva funcionó pero no atrás. El encuentro se cerró con un triple de Poirier, poniendo así el broche final a una contienda complicada que acabó en victoria blanca.
El próximo partido del Real Madrid de baloncesto será el próximo jueves a las 20:00 horas frente al Alba Berlín en Alemania correspondiente a la Euroliga.